La canción de nuestra vida (2016)

Los aspectos negativos son que la música en algunos momentos resulta reiterativa, y que quizás se abuse un poco de la voz en off del protagonista. Me gusta esa escena en donde hay un salto temporal hacia atrás, para contarnos la vida de Rory y Joey, el momento en que se conocieron y su evolución profesional y personal.
Un interesante proyecto documental sobre el espíritu de superación de una mujer y el positivismo de ese matrimonio de músicos y cantantes, de manera mucho más real que si fuera un proyecto de ficción. Recomendable a los que quieran conocer la historia de esa pareja de artistas, a los que no les importa ver una historia dramática.

LO MEJOR: El montaje y las canciones.
LO PEOR: La música y el abuso de la voz en off.

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Joey y Rory comparten una conmovedora historia, una vida llena de sueños cumplidos, pero también de lucha constante. Gracias a Rory Feek, que decidió grabar el día a día con su esposa desde que esta se quedó embarazada, podemos ser testigos de una preciosa historia de superación. La vida, así de simple, con sus más y sus menos, es lo que nos muestra este documental.

Sin embargo, yo no diría que, precisamente, la vida de los protagonistas fuera ordinaria, como anuncia el cartel. Joey era una joven de Indiana que cumplió su sueño de ser cantante al conocer a Rory, el cual en ese momento ya era compositor musical. La vida que vivieron antes del embarazo no está para nada dentro de lo común: actuaciones, giras por Europa, miles de discos vendidos… incluso tuvieron su propio programa de televisión.

Pero las imágenes que Rory grabó nos demuestran que nadie se salva del azar de la vida. Como dice él mismo, les tocó vivir un camino que no habían elegido. Al dar a luz, descubrieron que su bebé tenía Síndrome de Down. Una sorpresa de la cual supieron sacar el lado positivo para poder disfrutar con su hija, que siempre sería una bendición para ambos. Desgraciadamente, poco después a Joey le detectaron cáncer de cuello de útero, contra el que estuvo luchando casi dos años, aunque este acabó ganando.

Supongo que Rory nos muestra solo los momentos más felices y se guarda para sí mismo aquellos más duros y amargos. Estoy segura de que los hubo, como en todas las familias e historias. Dicen que la realidad supera a la ficción y, en este caso, podemos confirmarlo. Es emocionante ver la resistencia que tuvo Joey al enfrentarse a su enfermedad. Mientras esta exprimía hasta su última gota de energía, ella luchaba para poder ver crecer a su hija un día más. Rodeada de su familia y amigos, pudo volver a los escenarios por última vez y, como dice su esposo, vivir cada jornada como si fuera la última.

Una cinta de 90 minutos con algunos momentos de vídeo casero, pero, en general, unos planos y un montaje muy cuidados. La música country de Joey y Rory incrementa la emoción de cada momento de sus vidas, creando una atmosfera preciosa. A esta, le perdonamos el idealismo, porque no deja de ser un homenaje a una mujer valiente, dirigido por su propio marido.

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