Cómo destruir al más famoso agente secreto del mundo (1973)

Satiriza de forma algo exagerada el cine de espías de la época, sobre todo el de James Bond. Belmondo esta algo sobreactuado y histriónico como un infalible y inimitable agente secreto, por otra parte la historia paralela del escritor de medio pelo, poco atractivo, en baja forma y al que todo el mundo toma el pelo , sobre todo su editor ( divertido Vittorio Caprioli , en su papel de editor y en el de espía albanés ) hay momentos en los que la historia descarrila un poco debido a algunos gags poco afortunados, aunque hay algunos otros que son francamente divertidos. Todo un homenaje a la novela popular, tan entrañable en su cutrez y una bellisima Jacqueline Bisset que no hubiera desentonado en absoluto como chica Bond, eso seguro.

287/07(15/09/11) Vehículo francés para el lucimiento de la pareja de moda en su cine, Jacqueline Bisset y Jean-Paul Belmondo, una bufonada que parodia el género de espías con la saga James Bond a la cabeza. La historia tiene como escenario Acapulco, México, empieza con un tipo telefoneando por una cabina, mientras una excavadora lo levanta y lo traslada apresado al fondo del mar donde sueltan a un tiburón para que se introduzca en el compartimento y lo devora, luego entra en acción el superagente Bob St. Clair (sobreactuado Jean-Paul Belmondo), guapo, inteligente, seductor, fuerte, vamos como yo, es enviado allí para acabar con los pérfidos planes del villano Karpoff (histriónico Vittorio Caprioli), allí conoce a la bella Tatiana (hermosa Jacqueline Bisset)), tras una disputa con Karpoff en un bunker subterráneo saltamos a la realidad, que todo lo que estábamos viendo era obra de François Merlin (repito sobreactuado Jean-Paul Belmondo),un escritor de medio pelo que hace mediocres novelas de aventuras desde su deprimente apartamento parisino, por una ventana observa a la linda Christine (Jacqueline Bisset), una socióloga que casualmente pasa a ser una gran aficionada y estudiosa de sus noveluchas, entre los dos surge una atracción donde hay un tercero que intenta llevársela al huerto, el editor de Merlin, Charron (histriónico Vittorio Caprioli), contada está mucho mejor que después de vista, es de esas cintas que es mucho más divertida contarla que verla, y es que al realizador se le va la mano la historia construyendo una astracanada bastante irregular, donde se juntan algunos gags buenos, buenísimo el de los traductores en cadena, con muchísimos casposos, por momentos parece un folletín turístico de México. La historia es la clásica en que alguien intenta escapar de su monótona y triste realidad por la válvula de la imaginación, y que mejor que transformarte en alguien idealizado que posee todas las cualidades que él no tiene y a través de esto crearte un mundo paralelo. Es un producto para el entretenimiento puro y duro, si no buscas nada más que una caricatura del género espías glamurosos de las que olvidaras rápido, esta es tú cinta. Fuerza y honor!!!