Gone, un viaje que nunca olvidarás (2006)

Es increible que un film como éste, con una fotografía de primera, con unos arreglos musicales estupendos y con un rodaje en exteriores sobre la cautivadora topografía australiana, resulte tan soso, tan insustancial y con un argumento tan endeble y falto de contenido.

"Gone", más que un viaje para nunca olvidar, resulta un viaje al cine para olvidar lo antes posible, por la falta de rigor, de efectivida y porque no llena. Es más o menos como uno de esos platos muy decorados, exquisitamente presentados y de un colorido envidiable, que elabora el cocinero de fama mundial Ferrán Adriá, donde todo es fachada y la vista muerde el anzuelo, pero que luego no llenan, no cunden, no compensan ni al estómago ni al coste invertido, no tienen la suficiente enjundia para uno acabar satisfecho.

A destacar la joven y bella actriz Amelia Warner; un majestuoso alba anaranjado sobre la planicie semidesértica de Australia; y también las imágenes de la carretera con varios canguros muertos por los choques con los automóviles, dado que estos animales cruzan continuamente los caminos interiores del quinto continente por donde transitan los vehículos a gran velocidad.

Fej Delvahe

Quitando los últimos 10 minutos de metraje el resto de la película se hace muy aburrida, planos y más planos de los paisajes desérticos de Australia, diálogos interminables y sin sentido. Típica película adolescente de supuesta intriga, pero peor que la media. Los personajes los de siempre, el paranoico, la confiada y finalmente el asesino, y con esto ya os he contado toda la película y ya sabeis como va a terminar.