Saturday's Children (1940)

La película es estupenda y superrecomendable, Garfield encarna a un inventor, Rims, que se ha casado con una oficinista, Bobbie. La caracterización teatral hace todo lo demás, porque no necesitan efectos especiales para contarnos la historia. Claude Rains, uno de mis actores favoritos, se luce y me he enamorado de Lee Patrick, ¿cómo es posible que hasta ahora no hubiese sabido de esta mujer?

Y fueron felices y comieron perdices.
Sabido es por todos que esta frase tan manida en realidad no es más que el principio y que es después del the end de los cuentos cuando comienza la verdadera relación.
Que cuando el mar está en calma el barco navega sólo pero cuando nos topamos con un iceberg, la tentación de saltar por la borda es muy grande.
Para ver esta película hay que ponerse un poco en la piel y mentalidad de la época.
Garfield y Anne se conocen en el trabajo, un trabajo de mierda como el de casi todo el mundo, salen juntos por ahí y se enamoran. Nada nuevo bajo el sol.
Garfield, es un soñador, tiene grandes planes. Inventor de los más peregrinos aparatos e ideas, sueña con ver reconocido su talento que, algún día, le reportará fama y dinero. Ya se ve a sí mismo en la cúspide del mundo habiendo alcanzado la gloria con uno de sus revolucionarios inventos. Shirley entra en sus planes claro está. Será la mujer que, callada y paciente, esperará su triunfo bordando el ajuar mientras su caballero andante regresa de las cruzadas así que pasen cien años.
A Shirley, como a cualquier mujer de su época, le han vendido otra moto. Su principal y único objetivo en la vida, para ser feliz, ha de ser el matrimonio y los hijos y, a pesar de que ella está encantada en su nuevo y recién estrenado trabajo, se alarmará de veras cuando descubra que a su novio le han ofrecido un trabajo en Filipinas y que ella no puede acompañarle.
Será persuadida para que recurra al viejo y rancio truco de " chaval, que tengo otras ofertas". Un truco ciertamente degradante pero que, por lo visto, funciona, ya que Garfield renunciará a su plan para casarse con ella.
Nada de esto tiene importancia en los primeros meses de matrimonio, a pesar de que la joven pareja ha de hacer equilibrios con sus precarios jornales para llegar a fin de mes. Pero los vientos de guerra se ciernen sobre ellos y la crisis económica vendrá a golpearles con saña lo que dará rienda suelta a la frustración reprimida de él en forma de autocompasión e inmadurez, al tiempo que, en ella, irá despertando ese sentimiento de culpabilidad que le hará autoconvencerse de que es la causante de la infelicidad actual.
Creo que la película procede de una obra teatral y eso se nota bastante ya que, prácticamente, toda la historia transcurre en escenarios muy limitados concediendo todo el protagonismo a la interpretación y los diálogos.
La cinta comienza en clave de comedia y aquí van a entrar en juego los secundarios que van a aportar, en oposición a nuestros personajes protagonistas, una visión bastante cáustica de la vida en pareja, comenzando por Claude Rains, magnífico en su papel de padre indolente, con un punto cínico, pero lleno de amor por su hija. Su hermana y su cuñado, resabiado matrimonio que se odia cordialmente y donde ella es la "dominanta", sin olvidar el pequeño papel de la compañera de trabajo, la cual también utiliza al hombre como si fuera un pelele.
Pero luego la cinta deriva al drama y también aquí sigue manteniendo altura ya que el conflicto de nuestra joven pareja está tratado con bastante seriedad y credibilidad.
Lo malo, lo desvelo en el spoiler y es lo que hace que esta cinta se tambalee casi por completo.