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La música más triste del mundo (2003)

La música más triste del mundo
99 min.
6,8
653
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Trailer (INGLÉS)
Sinopsis
Durante la época de la Gran Depresión, Lady Port-Huntly (Isabella Rossellini), la reina de la cerveza de Winnipeg, para aumentar sus ventas anuncia una competición para decidir cuál es la música más triste del mundo. El concurso atrae a músicos de todos los países. En nombre de América se presenta el músico canadiense Chester Kent (Mark McKinney), acompañado de Narcissa (Maria de Medeiros), una ninfómana amnésica. (FILMAFFINITY)
Género
Musical Comedia Drama Melodrama Música Gran Depresión Años 30
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Canadá Canadá
Título original:
The Saddest Music in the World
Duración
99 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
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Premios
2003: Premios Genie (Canadá): 3 premios. 4 nominaciones
10
Espléndida película de este gran director.
Nueva espléndida película de este gran director; en mi opinión de los mas interesantes de los últimos años, por saber conjugar experimentación y un estilo audaz, con narraciones coherentes, e historias y personajes de lo mas interesantes.
Aquí vuelve a repetir parte de la fórmula, y algunos elementos, de los que usó en Drácula o Cowards Bend the Knee: cine en blanco y negro (sonoro esta vez) con alguna escena en color; puesta en escena espectral, bizarra, que recuerda a algunas obras expresionistas, pero con una atmósfera más densa; flashbacks; un aroma a cine clásico rejuvenecido; surrealismo total.
Me encanta la historia. Me impresiona como articula un relato fiel a los esquemas del melodrama más clásico, y lo puebla de los personajes más extravagantes, lo que unido a lo rocambolesco de toda la propuesta, estética y estilísticamente, da un bien tejido monstruo bizarro de una coherencia narrativa de órdago.
En líneas generales, estaríamos ante una tragicomedia; aunque lo cómico parte más del estilo visual, el ritmo, y lo grotesco de los personajes, que de un ánimo explícito de confeccionar situaciones cómicas. El tono general de la historia en sí es melancólico, triste y oscuro; bastante macabro y sombrío. Una historia de amor, rencores y venganzas; de pasados ocultos, misteriosa; de vidas truncadas y personajes perdidos y desorientados; con gran protagonismo de la música como pantalla de la vida y desventuras de los personajes... Lo que impresiona es como se consigue fusionar ese ambiente circense y caricaturesco, con un tono dramático, emocional y lúgubre, en un relato cargado de detalles y certero, ... una obra sólida y arriesgada. Un una palabra: La osti... Es difícil conseguir mantener, entre tanta parafernalia, un ritmo narrativo eficaz que enganche al espectador; porque engancha de verdad.
En fin; un tétrico, fantasmal, y rocambolesco drama; fantasioso, con toques del musical y cierto tonillo cómico agrio; personalísimo; con una historia de lo más interesante y original; y unos personajes de lo más atrayentes. Espléndida. Maravillosa en todos los sentidos.
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12 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
The saddest, suggestive & charming music in the world
Se podría considerar a Maddin como uno de los cineastas más interesantes, sugestivos y sorprendentes del mundo cinematográfico actual, y no por qué los temas o argumentos que trate en sus cintas sean tan originales como curiosos, sino por qué en sus formas, se encuentra uno de los realizadores más espléndidos de estos últimos años ya que, tras dichas formas que, a priori, pueden parecer clásicas, se esconden verdaderos arranques de genio, jugando con todos los elementos en pantalla de modo sublime, lanzando guiños a directores de los inicios de este gran arte como Murnau o Chaplin, logrando que la iluminación sea un elemento tan efectivo como clave o que la narrativa llegue a ser peculiar y a la vez eficaz.

De este modo ya me sorprendió con Dracula: Pages from a virgin's diary, donde todo encajaba a la perfección. Sin embargo, esta obra ya tiene más defectos (aun y conteniendo grandiosas virtudes), como son un argumento un tanto disperso, algunos momentos que pueden llegar a ser extravagantes y extraños o determinados fallos en el transcurso descriptivo de las situaciones. Pero, aun y conteniendo imperfecciones, posee también enormes virtudes, como la melancolía que saben desentrañar sus personajes en distintos puntos (pese a instantes de sobreactuación), el mensaje transmitido por el director, sobre la búsqueda de la armonía, aunque sea lejos de las propias tierras o la crítica leve pero atinada a los EEUU mediante algunos de sus protagonistas.

Está claro que Maddin no se ha podido superar, pues su anterior hito era bastante difícil de alcanzar, aunque haya conseguido conformar una película verdaderamente cautivadora, con la que ofrecer al espectador los diversos valores que pueden surgir a través de las tan distintas culturas del mundo entero, ya que su proyecto alcanza más allá de muchas otras cintas que simplemente intentan mostrar: Él, además, sugiere. Y lo hace de modo espléndido, entregando a los espectadores las dudas y los pensamientos de sus distintos personajes y dejando que, mediante palabras, gestos y otros menesteres, puedan imprimir unos rasgos inolvidables, que motivarán al público a ver más allá de lo que verdaderamente otorga el realizador canadiense.

Eso sí, pese a las piernas de cristal, diversas situaciones que se me antojan demasiado bruscas para un trabajo de estas características, y algún que otro individuo que hubiese requerido un análisis más denso sobre sus propósitos e ideas, se agradece ver una película que da tanto en tan poco tiempo y que obliga a uno mismo a examinar más allá de lo que el director presenta, haciendo que sea una cinta altamente evocadora. Ojalá siga así la cosa.
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9 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
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