El resplandor de la muerte (1985)

Debo avisar, antes de realizar cualquier valoración, que soy un aficionado en pasar-me por mercadillos, tiendas de liquidaciones y demás pocilgas comerciales en busca de pequeñas joyas de la serie B, o divertidas, bizarras y destartaladas películas de serie Z.
Pues bien, en uno de estos lugares encontré El resplandor de la muerte por el modélico precio de 1 Euro. Como siempre, la película me generó ciertas expectativas. Pero cuando empecé a ver la película me di cuenta que no era ni la bizarra y gamberra producción de serie z, ni llegaba al nivel de serie b.
El resplandor de la muerte es un esperpéntico y aburrido "thriller" de unos muy y muy largos 98 minutos, desarrollados a partir de un absurdo y surrealista planteamiento de un “psicokiller” internado en un manicomio que en sueños se encarna en su doble astral para matar a su hijo, para así poder ser el rey del bosque (¿Qué bosque?, ¿Qué privilegios te da ser rey del bosque?, ¿Cual es su descerebrada motivación para serlo?... aún sigo sin respuesta.
No quiero contar nada de la película, pero debo advertir que el planteamiento no va más allá. El desarrollo de la película se va a la deriva con personajes secundarios, que alargan innecesariamente las sub-tramas y que nos ofrecen diálogos de lo más absurdos y aburridos. Así que la línea principal queda disuelta y muy perfectamente podría quedar resumida en un corto de 20 minutos, eso si con carácter "amateur".
No me voy a extender con el diseño de producción así que por resumir voy a calificar-lo de cutre (siendo generoso)
Destaca por tener una banda sonora de estas que todo el mundo podría componer una tarde de aburrimiento en un teclado electrónico ( eso si, con el único requerimiento de poseer un nulo conocimiento musical).
Lo único que no me ha parecido del todo mediocre es la actuación de los personajes, que simplemente es pobre.
Debo decir para terminar que aun siendo consciente del limitado presupuesto de la película, en ella hay alguna idea que si se hubiera desarrollado de otra forma podría resultar por lo menos interesante. No obstante, esas ideas se desperdician en el pozo de deshechos, en gran parte por la enorme estupidez que parece desprender de sus directores y guionistas. Por muy cutre que sea la serie z, lo único que se le puede exigir es al menos, alguna idea buena y bien argumentada, por muy descerebrada que sea.