Fantomas vuelve (1965)

He vuelto.
Una peli de acción de la que seguro que ustedes enseguida recuerdan escenas similares en otras de la época en la que salen supervillanos con aspiraciones a gobernar el mundo. Como las de 007 también. Ahí tienen mi Citroen Tiburón como prueba.
También trucos como el brazo falso dignos de las mentes más brillantes en lucha contra el crimen.
El cañón telépatico, otro arma exclusiva. Intentaré que sea para mi organización.
Y es que el comisario Juve (que me cae estupendamente, aunque tenga manía persecutoria hacia mi persona) hace un papel como el del inspector Clouseau y durante la fiesta de disfraces parece que el ladrón de la Pantera Rosa va a dar otro golpe.
Merece la pena seguir al comisario con sus gestos y sus cabreos y a los expertos agentes a su mando, destacando el siempre agudo inspector Beltrán.

Beltrán: Comisario, siempre es mejor que le tomen a uno por loco que por tonto.
Comisario Juve: Puede... Entonces a usted seguro que no le ponen una camisa de fuerza...

Lo mejor: ese intento de romance con la novia del periodista Fandor.
Lo peor: ponerse máscara sobre máscara. Agobiante.

Un saludo y volveré
Fantomas.

Fantomas vuelve (1965) es la continuación, un año después de los acontecimientos del primer filme y en cuya cabecera se recuerda a modo de animación el desarrollo, incluyendo la escapada del malvado en submarino. En este caso la venganza es intentar secuestrar a un reputado científico en una conferencia. Tras un ajetreado viaje en tren, el comisario y su grupo llega con la intención de proteger al experto, ante sus sospechas. Pero las confusiones se apoderan de la situación asistiendo a hilarantes escenas.

Existe en esta cinta una importante diferencia con las máscaras y es que si antes se notaba la imperfección ahora son 100% idénticas a la cara normal. Sin embargo, no se explica como Fantomas es capaz de imitar la voz. Por otra parte, la persecución del final no es tan espectacular como la anterior. Aun así, los aspectos más positivos son el recurso a nuevos desternillantes inventos y graciosos disfraces, otro elemento de humor muy recurrido por Louis de Funès durante toda su filmografía.