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La tía Alejandra (1980)

La tía Alejandra
98 min.
6,3
351
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Trailer (ESPAÑOL)
Sinopsis
Una señora anciana se muda a vivir con sus parientes, una familia de clase media. Ella es bastante amargada, y los niños de la casa lo único que hacen es burlarse de ella. La señora resulta ser una bruja y pronto comenzará a tomar venganza. (FILMAFFINITY)
Género
Terror Brujería Vejez / Madurez
Dirección
Reparto
Año / País:
/ México México
Título original:
La tía Alejandra
Duración
98 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
1979: Premios Ariel: 2 Premios incluyendo Mejor Argumento Original. 3 Nominaciones
9
La yaya que da yuyu
Uff... qué yuyu da esta señora, amigos. No soy fan del género de terror porque normalmente el desasosiego que provoca no me alcanza, pero La tía Alejandra ha conseguido "incomodarme" en más de uno de sus pasajes. Su sinopsis es simple y aquí es donde el trabajo de Ripstein se muestra sobresaliente. Rodada casi en su totalidad en la claustrofóbica morada, consigue que el espectador se vaya involucrando en la creciente tensión que suponen las andanzas hogareñas interpretadas por Isabela Corona, el típico pariente que es mejor tenerlo a diez mil kms de casa y mandarle una postal por Navidad. O ni eso. El film carece de exorcimos baratos de cámara así como de trucos realizados con el sonido, por lo que nos queda una película honesta, trabajada y con dos o tres golpes de efecto de esos que te ponen los pelos de punta. Y no es coña. Muy recomendable para los fans del género y para los que no lo somos.
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28 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Haberlas haylas
Un magnífico ejemplo de cine de terror que se sustenta sobre un buen guión y unas interpretaciones notables; no hay nada más. Ni fuegos de artificio, ni efectos chocantes, ni giros engañosos. La película se desarrolla pausadamente ante nuestros ojos, que asisten a la crónica de lo que ha de ser y será. Lo vamos viendo venir, no sorprende, pero entendemos que no puede ser de otro modo. La tía Alejandra aparece ante nosotros como un ser dual: en ocasiones la vemos achacada de la fragilidad que da la vejez; en otras imbuída de una fuerza tan misteriosa como inquietante. Nos queda al final la sensación que todo lo que hemos presenciado no es sino la punta de un iceberg que se oculta bajo nuestra línea de flotación.

De la misma época que Suspiria pero con los pies en el suelo; cotidiana e infinitamente más creíble. Sólo superada por la de Argento por una banda sonora que trasciende el film, aunque en este caso, La tía Alejandra no la necesite en absoluto.
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15 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
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