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La señorita salvaje (1991)

Sinopsis
Después de un terrible incidente, una mujer joven se escapa a las montañas donde la encuentra un ingeniero que la esconde de la policía. (FILMAFFINITY)
Género
Drama
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Canadá Canadá
Título original:
La Demoiselle Sauvage
Duración
105 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Coproducción Canadá-Suiza;
Links
Premios
1991: Festival de Montreal: Mejor contribución artística (ex aequo)
1991: Premios Genie (Canadá): Mejor banda sonora. 3 nominaciones
9
Apuesta arriesgada
Rodada en lengua francesa y con subtítulos en inglés, y basada en la novela homónima en forma de cuento de Corinna Bille, “La demoiselle sauvage” (1991), supone la cuarta película de Léa Pool, tras el rotundo éxito de su anterior filme. La directora afincada en Quebec realiza una arriesgada apuesta con una película que pone patas arribas su filmografía hasta la fecha.

El argumento nos sitúa frente a Marianne (Patricia Tulasne),una joven canadiense expatriada en Suiza que escapa a las montañas después de ser atacada por su pareja. Vemos un coche aparcado. Desde la calle escuchamos un disparo. La mujer sale corriendo. Trata de suicidarse arrojándose con su coche al Ródano, aunque falla en el intento. Herida y agotada, escapa a las montañas, donde la encuentra, vagando por los alrededores de un lago que hay junto a una presa, Élysée (Matthias Habich). Él es un ingeniero que durante el verano se encarga del mantenimiento hidroeléctrico de la presa. Está casado y es quien la protege y esconde de la policía. Él, quien trabaja en la presa en los meses estivales, intenta, no sin esfuerzo que ella le cuente salga de su hermetismo. Después de tres meses, cuando el verano llega a su fin el ingeniero habrá de marcharse, no sin antes descubrir el terrible secreto que oculta la mujer, encerrada en sí misma, y con la llama del amor florecida entre los dos.

Léa Pool sostiene con un guión bien armado en su parte técnica, una propuesta de autor en la que los diálogos son casi inexistentes, y deja que la pregnancia de la imagen se manifieste por sí misma, con escasos acompañamientos verbales, mostrando maravillosos paisajes suizos y rodando fuera de Canadá por primera vez, filmando el relato de una autora a quien ella leía desde niña.

Se trata del filme más minimalista de la directora, quien casi como hacía en sus películas el director danés Carl Theodor Dreyer, no coloca aquí en escena más elementos que aquellos que le son absolutamente necesarios, otorgando especial predominancia al paisaje del cantón suizo donde se filma la producción, con grandes planos generales de increíble belleza fílmica y visual, y a bellas imágenes de complicidad entre los dos protagonistas interpretados por Matthias Habich y Patricia Tulasne, con planos cortos y cercanos. La magnífica fotografía corre a cargo de Georges Duffaux, un habitual en las producciones de Pool, y la banda sonora es obra de Jean Corriveau, músico muy tenido en cuenta en su país, además de incluir la canción que da título al filme, de Daniel Lavoie y otras que no mencionaré aquí y que resultan ser toda una sorpresa.

Es “La demoiselle sauvage” (1991), y no porque ella sea salvaje, sino que es una mujer sin filtros ni medias tintas, un título del que poco conoce el gran público y que forma parte de la trayectoria de la realizadora más importante de Quebec.
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