Confidencias de un marido (1963)

Este comentario puede chocar con la nota media que figurará algún día en la ficha, que no será muy alta, seguramente. No obstante me atrevo a decir que estamos ante una comedia muy sólida argumentalmente, con unas actuaciones sensacionales y una dirección de lo más efectiva con encuadres de escena siempre completos y de detalles logrados. El guion proviene de una obra de teatro que sin ser nada del otro mundo consigue una trama simpática y agradable. Refleja a pesar de suponerse un presupuesto no muy alto, una labor acertada que es lo que vale y que además no requería de más. Huye del típico fatalismo del cine español humorístico de aquella época en el que una pareja debía ser perseguida por las desgracias para causar humor, aquí se centra en el día a día rutinario de un matrimonio recién casado, los problemas que van surgiendo y el modo de solventarlos. Sitúan al matrimonio en una estable clase media de una España lejos ya de la terrible influencia soviética.

La actuación de José Luis López Vázquez, es apropiada y acertada cuando depara profesionalmente con clientes y socios, tratando los temas laborales con rigor y conocimiento de lo que se habla en el ambiente del desarrollo de la construcción y del establecimiento industrial. Otro gran acierto fundamental es el poso de los personajes: La suegra era viuda de un juez de 1ª Instancia, la criada proviene de un pueblo de Toledo, el cuñado es un poco gorrón (personaje recurrente pero sin exageraciones ni perjuicios) y el resto, el caso de la secretaria, la portera, etc, a pesar de sus breves intervenciones, son clave en la dinámica de la acción. Igual que aquellos clientes y empresarios que van apareciendo que encima no tienen, como he dicho, el cariz siempre fatídico para los intereses del matrimonio que suelen convertir al marido en un sufridor.

No es la comedia disparatada que alguien se crea, por suerte, ni mucho menos deslumbrante, ni sofisticada tampoco, pero el trato diario de lo que acontece, las escenas, el ligero argumento que no pretende emocionar ni lagrimear, me ha parecido tan sencillo como acertado y hay que ser justos y reconocerlo.

Cándida propuesta que se apoya en una sencilla trama de porte cotidiano con aire de costumbrismo urbano y apuntes de crónica social.
El sentido del humor es ingenuo y su nivel de intensidad cómica apenas alcanza una altura reseñable de manera que la atención del espectador tiende a dispersarse por falta de estímulo.
Desde el punto de vista técnico la película es correcta, la ambientación se atiene a lo conveniente y el ritmo narrativo se ajusta a los vaivenes de una suave ondulación.
Su interés en la actualidad radica en la presencia de un notable elenco al que siempre conviene recordar tanto por la calidad de su interpretación en este film como por el alcance que, en general, tuvieron en la historia del cine español durante los años siguientes.