Resistencia Trans (2019)

*Lucha viva

Claudia Reig lleva una de las realidades menos escuchadas del colectivo LGBTQ+ en Resistencia Trans. A través de sus historias en paralelo, se van conociendo diversos relatos y declaraciones sobre la situación de la transexualidad en sociedad. Sigue una línea narrativa interesante, en la que mezcla la propia cotidianidad del día a día con la exposición y la problemática de ser transexual en la actualidad. Por lo cual, hay una inteligencia emocional que se palpa en el ambiente. No hay una intención de ser únicamente un proyecto informativo y concienciador, sino que también introduce al espectador en las casas de cada una de sus protagonistas. Hay ese efecto de cercanía, que provoca una empatía en todo momento por parte del público. Lo mejor es que lo consigue sin ir a por la tragedia en sí misma.

Además, se observa el gran cariño con el que se ha decidido realizar este documental, dado que se puede ver un planteamiento a nivel narrativo más que dinámico. No solamente se enfoca en la historia viva en España, sino que también ahonda en los comienzos de la lucha transexual desde hace años. Hay una riqueza sobre el pasado en materia de transexualidad y cómo han ido superando cada escalón desde estar en lo más abajo de la escalera. Se puede sentir la emoción al poder ver el avance que ha ido pasando a lo largo de los años, pero también, la reflexión por lo que queda por llegar y el sufrimiento detrás de todos esos progresos. Lo mejor, sin duda, es no plantearlo desde un prisma que solo analiza una generación, sino hacerlo desde uno más universal, para todas las etapas sociales y de edad.

*Dos caminos, dos destinos

Las dos grandes protagonistas de Resistencia Trans son Gloria y Carmen, dos mujeres que dejan todo su ser en pantalla y muestran, desde su visión, cómo ha sido su camino vital como mujeres transexuales. En primer lugar, Carmen es un derroche de energía que inunda el lugar de luz, de dinamismo y de verdad. Esa naturalidad con la que narra los acontecimientos, sin dejar la comedia tan orgánica en ella misma y conectando con el espectador desde el primer momento. Además, a través de su identidad, mezcla ese humor tan histriónico con la emoción de poder conseguir dar pequeños pasos hacia la normalización de la transexualidad en sociedad. Emociona en varias partes de su relato, haciendo casi imposible que el público no suelte alguna lágrima con lo que dice a cámara o que haya carcajadas por los distintos chascarrillos que regala a la audiencia.

Gloria, por su parte, aporta una visión más compleja, en el que todavía la transición es más difícil. Es generosa al invitar al público a formar parte de este viaje personal tan polarizado. Se puede ver el contraste emocional en sí misma y esa contradicción de confusión vital por la herencia de lo vivido. A través de sus palabras se puede palpar esa pesadumbre de la represión, que desgraciadamente, sigue ocurriendo. A diferencia de Carmen, su camino se hace desde una energía más pausada, más contemplativa, pero sin dejar de arrojar detalles y aportar a su discurso. Igualmente, también cuenta con una de las secuencias más emotivas del documental y llega a esa culminación, gracias a desnudarse y revelar todo lo que hay dentro de ella. En las dos hay pura humanidad y verdad.

*La cercanía del pueblo

Uno de los puntos más destacables de Resistencia Trans es el gran trabajo de montaje que hay detrás. Han sabido cohesionar a la perfección las diferentes historias que se van narrando en el film. Sin dejar apartado el foco principal en Carmen y Gloria, saben darle lugar a cada una de las personas que intervienen. Por lo cual, hay un montaje bastante dinámico, únicamente alguna vez se aprecia una desaceleración del ritmo, lo que desencadena un resultado no tan redondo en esos términos. Al quedarse más pausado en algunas secuencias, crea una sensación de ruptura de la agilidad y eficacia sensitiva y emocional. En esos momentos, el público puede quitar algo del foco de lo que está viendo en pantalla, pero, por suerte, remonta el ritmo y vuelve a conectar. Un resultado notable, pero no sobresaliente.

La dirección fotográfica, sin duda, ha tenido un planteamiento muy bien pensado y alejado de un aspecto más presuntuoso. Le da una esencia urbana y de proximidad que deja ese sello de vecindad que necesita este documental. Los movimientos y ese efecto de “cámara en mano” le otorgan todavía más autenticidad a lo que se está viendo en pantalla. La ruptura de la cuarta pared está muy bien trabajada, esa manera de hablar a cámara es lo que todavía le da mayor realismo. Ha habido una buena utilización de la hemeroteca audiovisual, del movimiento social que hay detrás, e incluso, en las historias de Carmen y Gloria, las victorias que favorecen al avance de luchar contra la discriminación. Un buen equilibrio y una muestra del histórico de la resistencia transexual, por lo menos, en España.

*Conclusión

Resistencia Trans es un documental que emociona al espectador y crea una conexión directa con él por la cercanía y toda la energía que hay. Carmen y Gloria, principales protagonistas, son perfectas y dan ese dinamismo, esa complejidad y sobre todo, realismo y sinceridad que necesitaba este proyecto. Brillantes. La realización técnica tiene una identidad visual acorde al tema que se aborda en él, por lo que hay ese factor de invitar al público a formar parte de él. Únicamente, a veces flaquea en el ritmo y desacelera, pero, por suerte, no influye excesivamente en el resultado. Historias de vida y una oda a esa lucha que no puede quedar en el olvido. Invita a la reflexión de lo que todavía queda por hacer con respecto al colectivo transexual. Pura humanidad y emoción.

Escrito por Diego Da Costa