Tuya siempre (2007)

Entre notas de la música del bar Tarambee se nos presentan un grupo de amigos con poca fortuna, que sobreviven en un ambiente del más puro cine negro con la delincuencia como telón de fondo. Así entre copas nocturnas, humo de cigarrillos y un revoltijo de pasiones, vamos conociendo poco a poco a quienes nos acaban pareciendo entrañables por desgraciados. "Tuya siempre" es una película de personajes que viven desgarrados entre lo que quieren y lo que en realidad tienen..., y se consuelan juntos cada noche al son del jazz.

El buen guión firmado por el propio director, se ve favorecido por una eficaz ambientación cuyos ejes centrales parten de la tosca fotografía granulada acorde al mundo de los protagonistas, y de una música que como hilo conductor es la que insufla vida, melancolía, esperanzas e incluso amor. Porque es ésta fundamentalmente una historia de amor y desamor, de engaño y desengaño, que con el epicentro en el personaje de Lola en medio de los tres hombres que representan respectivamente su pasado, su presente y su futuro, deja el poso de tristeza de los perdedores.

Abundan primeros planos que captan perfectamente los sentimientos elaborados por un plantel de actores entre los que destaca, junto a la delicia de Flora Martínez, la construcción del pianista borrachín, maldito y decadente encarnado por Nancho Novo.

"Todos amamos a Gloria Cole" fue el título pensado originalmente para este trabajo. Un título que giraba en torno al papel interpretado por Caroline Henderson, que con su voz ameniza las veladas en el local nocturno de una Barcelona que suena a jazz y blues, a canciones tristes en ambientes portuarios, y que sin duda hubiese sido más apropiado para esta película, la cual se queda precisamente algo corta en desarrollo de unos personajes de gran potencial -como por ejemplo el de Gloria- que podrían haber aportado lo justo para un resultado mucho más redondo.

El ambiente jazzístico (y negro por definición) barcelonés pone a prueba a los protagonistas, Lola (la hermosa Flora Martínez) y el chulito Alfredo, en su intento por salir de la marginalidad social.

Lola es víctima de un pasado turbio con el que se tendrá que volver a enfrentar, por su parte Alfredo pierde el alma en el aparente camino fácil de la delincuencia. Ambos sólo esperan salir de la exclusión social, aunque tienen planes de futuro algo distintos, mientras Lola se deja seducir por la bohemia decadente del jazz (encarnada por Nacho Novo), Alfredo busca su reflejo en el poder de un mafioso engominado y pervertido (José Coronado).

Trama muy irregular, rellenada a golpe de trompeta, saxo y la melosa voz de Caroline Henderson. Sin duda, película de personajes atormentados pero con templanza, algunas escenas subidas de tono y secundarios con historias interesantes que se querdan demasiado al margen, en mi opinión.