Street Mobster (1972)

Muy buena pelicula, donde puede verse el cambio del héroe honorable por un antihéroe, un holgazán cualquiera, en fin, un ritmo endiablado que os mantendra atentos a la pantalla.
¿Hace falta algo mas siendo del gran Fukasaku?

Olvidaos de los codigos giri- ninjo, la nueva era no entiende de deberes ni honor.

El aldabonazo que esperaba y donde finalmente me ha ganado para la causa Fuck a saco.

Hace un tiempo vislumbré Yakuza graveyard, que al parecer es donde nuestro amante del arroz remataba todas su vertientes, y no lo vi venir, pero me atrapó sin remisión, se olfateaba el talento ante un ritmo vertiginoso y arrollador.

Aquí, con Street Mobster comienza a fraguarse la batalla, y el estilo no deja a nadie indiferente, con esa especie de serie b, dramáticos y podridos suburbios, la autodestrucción, botes de pintura, el uso del zoom, los encuadres y la cámara al hombro a veces como si fuera un enloquecido documental consagran al director en un estilo único y personal adquiriendo un gran valor para quien decida subirse al tren.

El protagonista emerge como auténtica carne de cañón y uno pierde la cuenta de la cantidad de guantazos y patadas que ejecuta sin tregua a lo largo de la cinta, absolutamente memorables, estamos ante un tipo without fear que no recibe órdenes de nadie dejando recados absolutamente antológicos.

"Me gustan las peleas y las mujeres pero no el juego"

"Mi madre me tuvo sin preguntármelo"

o las prodigiosas

"La memoria me convierte en un enfermo"

"No me gustaba lo de sentarme en la sombra y mirar.
Todo lo que podía hacer era follar".


En fin, una victoria incontestable de Fuck a saco, hoy, volveré a picar algo de tu sabroso menú.

Se despide desde una cafetería.

El sobre que nunca tuvo nada.