Tovarich (1937)

Esta es una de las primeras producciones de Litvak en Hollywood -recién fichado desde Francia, donde había conocido un gran éxito con “Mayerling” (1936) protagonizada por Charles Boyer y Danielle Darrieux- seguramente a la espera de una mejor oportunidad para dirigir productos de mayor calidad, en una carrera de altísimo nivel pero lamentablemente poco conocida –no dejen de ver, si pueden, alguna de sus mejores películas como “Las hermanas” (1938), “Ciudad de Conquista” y “All this, and heaven too” (El cielo y tú), ambas de 1940, y sobre todo sus grandes obras maestras “The snake pit” (Nido de víboras), “Sorry, wrong number” (Voces de muerte) de 1948 y esa verdadera joya llamada “Decisión al amanecer”(1951)

“Tovarich” no es nada de lo anterior. A lo sumo, una comedieta alocada y ligera que empieza muy bien, con excelente ritmo, aunque luego vaya perdiendo progresivamente algo de fuelle y chispa. Dos exiliados de la aristocracia rusa, ella sobrina del zar y él albacea y depositante en el extranjero de la inmensa fortuna de los zares que no quiere tocar, viven en Paris pobres como ratas pero enamorados. Su difícil situación les obliga a trabajar -“¿trabajar? No lo digas ni en broma”- como mayordomo y doncella respectivamente en una familia de descerebrados snobs franceses, lo que dará pie a una serie de situaciones jocosas sin demasiada gracia –desde luego, la comedia no era el fuerte de Litvak- en las que lo más destacado resulta la maravillosa pareja protagonista formada por Charles Boyer y Claudette Colbert –dos actores franceses cuya primera línea de dialogo curiosamente es preguntar por el sentido de la celebración del 14 de julio- o el malvado papel de Basil Rathbone como jefe de la cheka, personajes de papel para una comedia muy menor aunque disfrutable a ratos.