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La escuela de espías de Nakano (1966)

La escuela de espías de Nakano
95 min.
7,0
43
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Disponible en:
Suscripción
Escena (JAPONÉS con subtítulos en ESPAÑOL)
Sinopsis
En el Japón de los años cuarenta, un grupo de universitarios con brillantes calificaciones son elegidos para romper todo vínculo con su vida anterior y formar el servicio de espionaje japonés. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Acción Intriga Thriller Años 30 Años 40 Espionaje Drama psicológico Ejército Guerra Chino-Japonesa (II) Basado en hechos reales Sátira
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Japón Japón
Título original:
Rikugun Nakano Gakko
Duración
95 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
8
Yo fui espía japonés
Es el año 11 de la era Showa. Japón se halla dominado bajo el ultranacionalismo, que ha conducido al país a la guerra contra una China dividida en dos, la de los comunistas de Mao Zedong y la de los nacionalistas de Chiang Kai-Shek.

Las tensiones crecientes entre ambas naciones estallan con el trágico Incidente del Puente de Marco Polo, donde las tropas japonesas batallan contra los soldados de la República de Kai-Shek en las inmediaciones de dicho puente después de usar como pretexto la captura de uno de sus hombres por los chinos; este suceso conduce a que el general ordene a sus aviones bombardear, por primera vez en la Historia, a los barcos del enemigo, anclados en las costas de Shanghai. La 2.ª Guerra Sino-Japonesa comienza, hallándose en ésta los anales de la 2.ª Guerra Mundial.
El mismo mes en que tienen lugar los brutales asesinatos y violaciones de Nanking (Noviembre) se crea en Nakano un centro de investigación y espionaje bajo el auspicio de los responsables de operaciones encubiertas del ejército, para contar con una Inteligencia a la altura de la que poseen las naciones extranjeras. Este suceso sería recogido por Seiji Hosikawa, guionista en famosas sagas del cine japonés ("Zatoichi", "Nemuri Kyoshiro"), basándose en un trabajo original de Kiyoyuki Hatakeyama, y dirigido por un ya consagrado Yasuzo Masumura, cuya reputación no dejaba de crecer gracias a obras como "Irezumi", "Manji" o "Hoodlum Soldier", muy admiradas y aplaudidas fuera del país.

La película, bautizada como no podía ser de otro modo con el nombre de la escuela en la que va a centrarse la historia, se abre con varias noticias de prensa sobre la contienda, la amenaza de una alianza entre naciones y la apelación por parte del ejército al pueblo nipón para que apoye al sentimiento patriota; justo cuando Shantou es conquistada el aguerrido teniente Jiro Miyoshi, quien nos narrará en primera persona los hechos, es llamado por el excéntrico teniente-coronel Kusanagi para formar parte de su recién creada escuela de espionaje junto con otros prometedores jóvenes dentro del ejército.
Masumura, lejos de demorar sus intenciones, lanzará sin pudor y con una mordacidad corrosiva su crítica hacia el militarismo, sus oficiales, sus normas y sus ideas ultranacionalistas, como hiciera un año antes en "Hoodlum Soldier", pero mientras los protagonistas de aquélla eran dos soldados renegados que repudiaban en exceso el ejército, el Miyoshi de ésta no deja de ser el modelo perfecto del soldado nipón obediente, abnegado y disciplinado. Hosikawa divide la trama en dos partes bien diferenciadas; durante la primera seremos testigos mudos de la situación vivida dentro de la escuela Nakano, donde muchos hombres han de renunciar a sus nombres, sus familias y sus vidas enteras en beneficio de una guerra que no les concierne.

Miyoshi deja de ser el centro de atención y ahora el interés recae en el duro entrenamiento de los nuevos reclutas-espía, subyugados por el mandato de Kusanagi, quien los manipula a su antojo con inspiradoras mentiras, a un ambiente brutal, deprimente y asfixiante, pero no exento de una burla mordaz (tan auténtico es el enfoque del cineasta sobre la escuela y sus enseñanzas que a menudo se roza el absurdo convirtiendo en parodia todo lo mostrado). Afuera el protagonismo absoluto recae sobre la bella prometida de Jiro, Yukiko, quien lucha desesperadamente por encontrarle debido al tiempo que ésta y la madre de él, llevan sin tener noticias suyas.
El melodrama y el pesimismo guían la historia cuidadosamente además de destacar la visión ácida y negra como el carbón que Hosikawa y Masumura vierten sobre la sociedad japonesa de la época y las artimañas tan faltas de ética, conciencia y espíritu del ejército (expresado esto de forma literal en las palabras de Bentley, el jefe de Yukiko). Mientras Jiro prosigue con sus duras prácticas y endurece cada vez más su alma Yukiko entra en las oficinas desde donde se observa el trabajo de la academia, sucesos que muestran un cariz fatalista los cuales se reafirmarán pasado el ecuador del metraje y cambiando así la película de tercio.

De repente, y con un libro de códigos secretos perteneciente a la embajada británica que el ejército japonés precisa como elemento disparador del suspense, el director nos introduce en la primera misión de sus mejores alumnos (Sugimoto, Kubota y Jiro, que vuelve a ser protagonista) y con ello en las entrañas de una intriga de trazos "noir" que se irá revolviendo sobre sí misma y brindándonos una serie de giros de guión a cada cual más sorprendente. Tanto Yukiko como su prometido, seres que llevados por los acontecimientos han de ocultarse bajo falsas apariencias, cumplen su rol de espías a la perfección.
Las sombras de Hitchcock, Lang y Preminger planean sobre las secuencias, de ritmo intenso y calculado (el concierto de música, el robo en la embajada), y el inesperado desarrollo de la trama, que ha de derivar hacia un clímax sumamente trágico y descorazonador donde la obediencia y la ambición militar serán responsables de la quiebra del alma y la moral. Raizo Ichikawa, una de las estrellas del momento, pasea su impertérrito rostro y fría presencia en la línea de los duros del "noir" americano mientras la preciosa Mayumi Ogawa da buena muestra de su interpretación dramática.

Los correctos Daisuke Kato, Kyosuke Machida, Sachiko Murase, Takashi Nakamura, Peter Williams y un genial Shin Minatsu que deslumbrará en el momento más brutal del film (el castigo de Tezuka) completan el plantel. Al nervio tras la cámara del cineasta acompaña la excelente fotografía de su colaborador Setsuo Kobayashi, maestro de tenebrosos ambientes y opresivas atmósferas.
El éxito de esta absorbente obra de género inclasificable daría pie a una buena serie de correctas secuelas, todas protagonizadas por Ichikawa pero ninguna de ellas dirigida ya por Masumura.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Cuando el imperio japonés no concebía límites en su expansión y dominio de Asia Oriental
La acción comienza en 1938, cuando la "segunda guerra Chino-Japonesa" 1937- 1945; estaba atravesando uno de los más sangrientos momentos:
La masacre o matanza de Nanking. 13 diciembre 1937 a enero 1938.
Lo que sucedió allí daría para un artículo entero de los horrores más sanguinaríos, crueles, retorcidos, brutales que se conocen, las cifras de asesinatos oscilan de 100.000 a 300.000.
Los soldados japoneses atravesaban a los bebés ensartándolos con sus bayonetas, los hospitales de campaña eran saqueados y los heridos torturados hasta la muerte, mujeres de todas las edades violadas y mortificadas, etc, etc, sin entrar en detalles.
Se dice habitualmente que los soldados del ejercito imperial japonés se volvieron literalmente locos, las atrocidades que se cometieron son indescriptibles.

Pues la película va desde 1938, hasta el comienzo de la segunda guerra europea (La llaman aquí) hasta septiembre 1939. Invasión de Polonia por los nazis.
Ya se había creado la alianza Alemana- Italo- Japonesa. El eje del mal.

En la película no hay batallas, se centra en la creación de un centro de espías en Nakano (basada en hechos reales)
La trama es sumamente compacta, con un guión muy sólido, sin nada al azar, subiendo hasta llegar a un clímax dramático apreciable y significativo.
El montaje destaca, con una concisión de planos, así como planos detalle, solo entra lo imprescindible.
Resaltar algunas interpretaciones, la pareja protagonista y el decidido instructor.
El ambiente y vestuario conseguido, todo está muy pensado y ejecutado con habilidad.
La fotografía resplandece en ese matizado blanco y negro, la dirección de Masumura no deja elementos al albur.
La historia atrapa de principio a fin y narra unos sucesos muy poco conocidos.

Hay un puñado de secuencias memorables, dignas de mención, entre otras cosas por su profundidad psicológica.
Otra cosa muy destacable es la amplia y puntillosa crítica al ejército y mandos superiores y a la política que llevaba décadas gestándose en Japón, la de un nacionalismo febril al mando de los militares.
Creo que es valiente en este sentido y se moja de lleno, no pretende pasar de puntillas y lo consigue.
Resulta edificante la denuncia que logra desde dentro.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
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