Un sueño hermoso (2019)

Un sueño hermoso termina siendo más que un simple homenaje, el documental de De Leone nos muestra como el cine es capaz de unir a la gente de una forma tan sentimental que hasta el día de hoy es complicado de obtener. Ya no solo se trata de trabajar entre director/a y actor/actriz y filmar la película. Un sueño hermoso nos muestra la impresionante y esperanzadora relación que formaron Maria Luisa Bemberg y Alejandra Podestá, quienes son las principales honradas en este nuevo film, a pesar de que lamentablemente ambas ya han fallecido. Pero aún así ellas siempre serán recordadas por el impacto que tuvieron en los últimos años del siglo XX, y que a pesar de que ya no están, este tipo de homenajes son necesarios para recordar lo que fueron.

En el documental nos cuentan poco a poco como fueron las diferentes situaciones que se fueron dando hasta llegar a lo mencionado en el párrafo de arriba. Maria Luisa ya tenía una gran idea para su próxima película, pero iba a necesitar a una actriz enana, ahí es cuando aparece Alejandra, quien cumplía con las características que la directora necesitaba, a pesar de que Alejandra sufría de enanismo, eso no impidió que obtenga el papel y haya tenido una gran importancia no solo en la vida de Bemberg sino en la de todos los implicados que han podido hablar de ese evento en este documental.

Y es muy curioso que la película de Tomás De Leone muestre en determinados momentos extractos de entrevistas (principalmente de María Luisa) donde comentan ciertas cuestiones del cine y la importancia de vender una película y que pueda recuperar sus gastos y a su vez poder llamar la atención de todo el mundo. Esto es fantástico porque a día de hoy esto sigue sucediendo, pero se implementa mal. Por más que uno tenga actores internacionales en su elenco, si la película no es buena o no logra su cometido de enganchar al publico, no funcionará.

En tan solo una hora, conocemos a fondo a Podestá y Bemberg, sus motivaciones y su unión en la última película de la directora, sabemos más sobre sus personalidades y cómo pudieron dejar ese legado a sus compañeros y a sus allegados para que reciban su correcto homenaje en este nuevo film, cuya historia, a partir de ahora, será imborrable y perdurará por muchísimo tiempo.

Así decía un aviso en el diario Clarín, cuando la directora argentina buscaba una actriz para el papel protagónico de De eso no se habla (1993). El maravilloso documental Un sueño hermoso (2020), dirigido por Tomás De Leone, reconstruye la participación de la actriz Alejandra Podestá en esa película.

Por Nicolás Bianchi

La búsqueda de la libertad. Eso es lo que lo María Luisa Bemberg dice que sus personajes representan en una de las varias entrevistas de archivo que Un sueño hermoso repone. En otra, cuando a ojos de hoy con mucha torpeza le preguntan sobre el machismo y el feminismo, la directora, con una claridad meridiana, responde que el feminismo es una circunstancia histórica y que, por más que ella no llegue a verlo, se disolverá cuando finalmente hombres y mujeres vivan en pie de igualdad.

Bemberg falleció en 1995 y no llegó a ver la ola feminista que de todas formas intuyó. Quedó su obra comprendida por unas pocas películas que la directora recién comenzó a filmar a los 59 años de edad. La última, De eso no se habla, puso en el papel principal a la actriz Alejandra Podestá, una mujer de talla baja, o enana. Su papel no fue bufonesco sino melodramático, como si se tratara, aunque claramente no lo es, de una película ordinaria.

El documental, un largometraje breve de 68 minutos, repone en cinco capítulos la experiencia de la actriz, que según sus propias palabras vivió un sueño, tal como lo refleja el título del film. Un sueño hermoso cuenta con entrevistas a otros actores, técnicos, productores y guionistas que trabajaron con Bemberg en esta y otros proyectos, pero se apoya fundamentalmente en entrevistas de archivo a la directora y a la actriz principal, ambas ya fallecidas.

En este ejercicio de cine sobre cine la película original ve reforzado su efecto, ya que al contarse el detrás de escena se magnifica lo que Alejandra Podestá vivió por esos días. Su personaje, como dice la directora, seguramente buscaba la libertad en la película pero también ella lo hacía en la vida real. Su experiencia en De eso no se habla seguramente fue lo más cerca que estuvo de alcanzar ese objetivo.

El ser enana o de talla baja, o ‘chiquita’ como se dice en algún momento, atravesó por completo la vida de Podestá. Tan es así que terminado el rodaje de la película se sometió a una operación costosa que la postró por más de un año para poder crecer, mediante un sistema de fractura de las piernas, algunos centímetros. Hasta su espantoso final, en el que resultó asesinada en un caso que nunca se esclareció, intentó librarse de su condición.

Un sueño hermoso es un regreso emotivo, sensible y nunca amarillista al mejor momento de esa actriz. Al increíble proyecto que la llevó a casarse en la ficción con un personaje interpretado por Marcello Mastroianni. En segunda medida es una recuperación valiosa de la figura de Bemberg, cuya filmografía el espectador del documental seguramente se verá compelido a visitar.