Karel Zeman: Adventurer in Film (2015)

Precioso acercamiento a la figura del cineasta checo Karel Zeman, todo un maestro en el arte de la animación cinematográfica. Como bien dice en el documental uno de los que contribuyen a reivindicar su trabajo, Terry Gilliam, desde la más profunda inocencia y la artesanía más ingeniosa.

Este documental, también titulado “Film Adventurer Karel Zeman”, de Tomás Hodan, debería ser visto por todos los cinéfilos. Es muy interesante el acercar su obra a posibles espectadores que la desconozcan para que, de entrada, sean conscientes de lo que supuso el arduo trabajo de todos los pioneros del cine y que sepan valorar lo que es el esfuerzo, el ir a tientas y descubrir (o mejor dicho, inventar) una nueva forma de hacer cine.

Supone un disfrute el adentrarse en su técnica y su mundo personal, porque el documental, astutamente, inicia a un grupo de estudiantes de imagen y sonido en su técnica y es fácil seguirla, en la que se alternan los “efectos especiales” con preciosos decorados y con actores, todo perfectamente integrado sin recurrir a trucos digitales o impersonales creados como se realizan hoy día.

En el caso de que se haya visto algún trabajo suyo, basta con ver algunas escenas de sus trabajos para hacer memoria e identificarlas con películas suyas memorables.

Como dice otro de sus invitados, Tim Burton, despiden una gran energía, además de imprimir mucha sensibilidad a través de la fantasía, el género que le facilitó experimentar en el cine y triunfar mundialmente.

Y es que estos aristas autodidactas sentaron un precedente que, aún hoy día, son motivo de estudio. Para mí son admirables, como podían ser (y perdón por la omisión de muchos) el también checo Jirí Trnka o uno de los más conocidos y por el que tengo gran debilidad, Ray Harryhausen.

La pena es que, originalmente, este documental duraba dos horas menos cuarto y se ha quedado para su explotación rozando la hora de duración. Desconocemos el motivo del recorte, pero es cierto que este tributo se queda algo cojo. Hubiéramos deseado saber más sobre la vida de Zeman, o que se hubiera profundizado en ciertos aspectos, como en ese resurgir del cine checo a finales de la década de los sesenta en los que surgieron grandes directores, como el afamado Milos Forman, y cómo afectó internacionalmente esto al trabajo de estos artesanos que eran considerados, por muchos, como realizadores de segunda.

Triste su cierre, cuando “La guerra de las galaxias” se estrena y supuso toda una revolución tecnológica en la que estos grandes maestros, o Zeman, para ser más concretos, son conscientes de que su trabajo ya no tiene cabida en el mundo del cine, concepto con el que no estoy de acuerdo, pero quienes mandan son la industria y la demanda de un público más afín al videojuego que a la creatividad. El fin de una época y el inicio de otra, que nos lleva a un futuro incierto y quizás más impersonal.