El camino (1963)

Madrid, 12-03-2010, ha fallecido el escritor Miguel Delibes. Entre sus importantes libros transmutados a películas se encuentra "El camino", que hoy nos ocupa, el cual llevó a las patallas de cine la actriz, guionista y directora, además de creadora de la productora 'Bosco Films', la talentosa Ana Mariscal.

Se trata de una película en blanco y negro muy digna, entrañable, amena y descriptiva de la realidad española en uno de sus pueblos pequeños a mediados del siglo XX (gracias, por supuesto al magnífico libro donde se inspira y transmite, "El camino" de Miguel Delibes).

Nos narra como transcurre la vida en un pueblo innominado, la vida en su sentido existencial, cotidiano, religioso, costumbrista, no político, principalmente a través de unos niños (entre los que cabe destacar a la niña, por aquel entonces de unos 7 u 8 años de edad, que luego sería famosa y linda actriz a nivel de España, Maribel Martín).

Rememoramos nuestra propia infancia viendo las travesuras y anécdotas de los tres amiguitos varones, los más protagonistas: en la escuela; en sus familias respectivas; en el coro de la parroquia; haciendo de alcahuetes anónimos que intentan casar al maduro maestro con una solterona intratable; defecando dentro de un túnel al paso del tren, jugando, robando manzanas, etc.

Entre los diálogos que mantienen los chavales, cabe detacarse los siguientes:

"—¿Qué es progresar?
—Me parece que ganar más dinero que tu padre, trabajando menos."

"Y después de tanto estudiar, los señoritos de la ciudad, no saben distinguir un cagajón de una boñiga."

"La vejez sale de tener sucias las tripas."

También, hacer mención del famoso actor, entonces muy joven, José Luis Galiardo, que aquí tiene un papel tan corto casi como un suspiro, haciendo de novio de la linda joven llamada "La Mica".

En fin, "El camino", es una película de pocos medios pero agradable de ver y mejor que cientos de película que hoy se propagan a pesar de ser meras mediocridades. "El camino" es una película que merece una mayor relevancia en nuestra historia cinematográfica, la cual se le ha negado hasta tal punto que casi nadie conoce la existencia de esta cinta y menos aún su contenido. No sé por qué.

¡Créanlo, buscándola y viéndola, es una buena película del cine español, notable en toda sus hechuras!, donde se respira la hondura de los habitante de los pueblos, el naturalismo sano y realista, la sencillez y el ambiente rural de una España que conocimos de cerca y hemos perdido para siempre, entre otras razones debido al auge y preponderancia de los descerebrados o necios, que hoy en día tienen más importancia y más cartel que las personas de valores, nobleza y valentía.

Fej Delvahe

El cine español siempre se ha caracterizado por reflejar bien el ambiente rural, esa mezcla de entrañable y opresivo, donde todos se conocen y el cotilleo es una práctica diaria. Ana Mariscal, con escasos medios, hizo una correcta adaptación de la novela de Miguel Delibes, que mostraba las escasas oportunidades en un pequeño pueblo durante la postguerra. El protagonista, Daniel el Mochuelo, el hijo del quesero, debía terminar sus estudios en la ciudad para no acabar siendo “un esclavo” como su padre y hacerse un hombre de provecho. Eso suponía alejarse del único mundo que conocía. Por eso no podía dormir en su última noche antes de partir y recordaba los hechos del pueblo que marcaron su vida.
La novela es preciosa y un clásico de la literatura española. Quizá ese prestigio ha marcado su adaptación al cine, que ha sido poco valorada. Creo que es totalmente inmerecido. Hay secuencias y personajes que te dejan un recuerdo imborrable. Sobre toda esa niña pequeña, la adorable Uca Uca, que no parecía tener muchas amigas y seguía a su admirado Mochuelo a todas partes.