El complot de los anillos (1987)

Con un guión del propio director, Francesc Bellmunt, y el escritor valenciano Ferran Torrent (que volverían a cooperar juntos con “Un Negre amb un Saxo” (1989) y “Gràcies per la propina” (1997)), la película nos endinsa en un thriller de política-ficción (que bien definiría la “botifleria”, es decir, la incapacidad de algunos políticos de hacer pactos y dejar que las aguas del río sigan por su cauce como si no pasara nada dejando atrás las promesas reivindicadas para un mejor autogobierno) donde la trama se complica a pocos días de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Barcelona. Estamos ante un año 1992 (al estreno flojo de la película se planteaba un trasfondo también futurista) caldeado por las conspiraciones preparadas por un frente de liberación (Front d, Alliberament Català, un equivalente a la ficción de Terra Lliure en esa época) con la intención de que los Juegos se organizen en el si de una Catalunya libre, como un nuevo país y lejos de cualquier injerencia española.

Puede resultar desproporcionado su argumento pero no se le puede negar su carácter premonitorio a pesar de que la película falla en muchos aspectos tanto en el argumento como en la limitación de rodaje. A finales de los ochenta los independentistas éramos cuatro y el gato aunque había un fuerte y estrecho nacionalismo catalán en cohesión con el nacionalismo español en la denominada etapa del “pujolisme” y que duraría veintitres años.

La película del director de “La Nova Cançó” (1976) y “Un Parell d, Ous” (1985) se queda muy atrás de unas expectativas generadas como el buen thriller que podía haber llegado a ser y ni las interpretaciones de unos secundarios Ariadna Gil y Josep Maria Pou salvan un resultado pobre, esperpéntico y, porque no decirlo, políticamente descabellado.