Cerca del cielo (1951)

Así se llama hoy el hospital más importante de la ciudad de Teruel, Hospital Obispo Polanco.
Con esta denominación quiere evocarse, no tanto a un prelado que murió martirizado por sus creencias, como a la labor humanitaria que desplego con los heridos y enfermos durante el asedio de las tropas republicanas a la ciudad de Teruel desde mediados de diciembre de 1937 a primeros de enero del año siguiente.
Nacido en Buenavista de Valdavia (Palencia) en 1981, Anselmo Polanco Fontecha (Marcos) ingresó muy joven en la orden de San Agustín formándose en el convento de Valladolid donde comienza precisamente la cinta.
En la escena siguiente lo tenemos ya entrando a Teruel como obispo de la diócesis el 8 de octubre de 1935 en lo que parece un documental de la época. Todo es fiesta, "Las beatas de Teruel están de enhorabuena. -Déjalas que disfruten, para lo que les queda".
Y es que en Teruel como en el resto de España la división de la sociedad es ya muy profunda. En este contexto el P. Polanco realiza una visita a los pueblos de su diócesis donde sufre, en la película, un atentado fallido.
Aunque el P. Polanco es el personaje central, hay una trama paralela con un artificioso triángulo amoroso entre Cristina (Morán) y dos antiguos amigos, Carlos Ibáñez (Rojo) y Enrique Campo (Cancio), separados luego por cuestiones ideológicas.
La circunstancia de contar con Clemente Pamplona Blasco y Jesús Vasallo como guionistas y asesores históricos, que estuvieron presentes personalmente en los hechos que se narran, se nota en la rigurosa ambientación de toda la obra.
Grabada en la misma ciudad de Teruel cuando todavía se hallaba con las ruinas que dejó allí la guerra, se reconoce perfectamente la Muela, estación de ferrocarril, escalinata, seminario, palacio episcopal, torres mudéjares, plaza de toros y varias calles y plazas de la ciudad.
Y el frío del invierno turolense: "Enero, nieve, Teruel".
Como personajes secundarios aparecen también los coroneles Rey d'Harcourt y Barba o el comandante Aguado, reforzando el rigor histórico.
Pero el verdadero protagonista es el P. Polanco, al que conminan las autoridades militares a abandonar la ciudad ante el asedio que se avecina. "El peligro es muy grande, pero me quedo".
Y allí se quedó hasta que fue apresado al tomar Teruel las fuerzas republicanas como puede verse en spoiler.
Correcto guion que sigue con bastante fidelidad los hechos históricos desde la óptica de los vencedores de la contienda, pero que no desdeña reconocer también la honestidad de algunos adversarios ideológicos como Enrique o la esposa de cierto comunista turolense en los que deja el Prelado su impronta evangélica, "Cuando se sienten emociones, uno se vuelve más humano". No es el caso, claro, de Luciano Carrasco (Sepúlveda) y de los comisarios políticos comunistas que pululan por la retaguardia.
Excelente la interpretación de Venancio Marcos como la de José Sepúlveda, el resto del reparto se defiende bien.
La copia que hemos visto es bastante defectuosa, con algunos fotogramas velados. No obstante es una obra interesante que nos acerca al cine político y religioso de la posguerra española, hecho con escasos medios pero con bastante ingenio.
Recomendable para los estudiosos del cine español de la posguerra y para los turolenses en general.