El misterio de Hanging Rock (Miniserie de TV) (2018)

Con una ambientación buena, una actriz protagonista a tener en cuenta y un punto de partida más o menos interesante, parece una de esas series que no hay que dejar pasar, y más sabiendo que solo consta de 6 capítulos sin posibilidad de que sean más.
El internado para señoritas de principios del siglo XX es un entorno perfecto para desarrollar una historia de misterio, como ya se ha visto en varias ocasiones en cine y televisión.
Natalie Dormer parece un poco encasillada en papeles de época llevando vistosos vestidos, pero lo cierto es que encaja a la perfección en su personaje, que es muy estirada y un poco “mal ángel” como decimos en Andalucía. Eso sí, lleva en una escena unas gafas de sol y no está demostrado que ya existieran en 1900, pero bueno, también las llevaba Gary Oldman en “Drácula de Bram Stoker” y no pasa nada.
Dormer actúa bastante bien, otorgando a la protagonista el aire de misterio que hará que nos preguntemos qué se trae entre manos desde el principio.
La vida cotidiana de estas chicas parece poco interesante hasta que pasa lo que pasa.
Me gusta que la serie juegue al engaño con el espectador, manteniendo el suspense hasta el final, de manera que no es fácil adivinar qué es lo que ha pasado.
Con todo, entre los episodios tercero y quinto, aprecio un buen bajón de ritmo que deja de lado el misterio para centrarse en las relaciones entre personajes, en esta comunidad tan encorsetada (literal y figuradamente), lo que en mi opinión disminuye un poco el interés, aunque como es miniserie, no lo bastante como para que se eche a perder. Esto me ha hecho restarle bastante puntuación y dejarle el aprobado justo.
La fotografía es realmente buena, sobre todo en exteriores. El vestuario es impresionante.
Como anécdota, diría que la actriz que hace de Irma (Samara Weaving, sobrina del agente Smith, por cierto) parece la hermana menor de Margot Robbie. ¡Qué grandísimo parecido!
Por cierto, que todo lo que digo es sin haber visto la versión anterior de Peter Weir, con lo cual no puedo compararla.
¿No es un poco raro celebrar San Valentín estando solteras?

Pura bazofia. Absolutamente indigerible. Posee, aumentados, todos los defectos de las series televisivas pero ninguna virtud cinematográfica. Un compendio de esteticismo deleznable y pretencioso. Desde un punto de vista narrativo da lástima por lo ridículo y por su impotencia e incapacidad alarmantes. Cualquier intento de comparación con la notable película de Peter Weir es una ofensa. Por si fuera poco, es mortalmente aburrida; aunque, si se piensa bien, ¿puede no ser aburrida una bazofia?...
Para tirar sin usar.