La abeja reina (1955)

Los demonios familiares se retuercen sobre la pantalla en una película de agrio contenido y de magnífica ambientación en la que el guión muestra alguna flaqueza y determinadas nebulosas imposibles de disimular.
El largometraje se ve con agrado pero arrastra el lastre de un contorno psicológico de los personajes poco sutil y eso redunda en la escasa credibilidad de la historia.
Por lo demás, la interpretación es correcta y el pulso narrativo que imprime R. MacDougall es el adecuado.

Película perfectamente prescindible y olvidable, pura serie B a pesar de la presencia de Joan Crawford. Es la historia de una adinerada famila sureña gobernada con puño de hierro por su matriarca... pero contada de una forma muy melodrámatica y muy vacua, llena de clichés, giros absurdos de guión y personajes completamente huecos y sin fuerza... a imagen y semejanza de los peores culebrones que se le vengan a uno a la cabeza. Ni siquiera el personaje de Crawford se hace creíble ni mínimamente temible en su supuesto dominio implacable al resto de la familia. Más que una abeja reina parede una mosca c... un poco turulata que que puedes quitar de encima de dos manotazos. El resto de reparto es para bostezar sin freno de lo sinsustancia que llega a parecer.
Por desgracia la tuve que ver doblada porque el dvd carecía de subtítulos en castellano (indignante en una edición de 2012, luego se quejan de que la gente no compre), y el doblaje es directamente infumable, para tirar a la basura. Quien desee ver este film que lo haga en versión original si puede; de la otra forma es horroroso.
Recomendable solo para los fans muy incondicionales de Joan Crawford.