Cárcel de mujeres (1971)

Collier (Judy Brown) llega como prisionera a una cárcel de mujeres filipina regida por la alcaide Dietrich (Christiane Schmitdmer) y custodiada por un grupo de atractivas minifalderas cuya jefa es la sádica Luciano (Kathryn Loder), tras un riguroso e invasivo cacheo es ingresada en una celda en compañía de las duras Grear (Pam Grier), Alcott (Roberta Collins) y Harrad (Brooke Mills), la revolucionaria Bodine (Pat Woodell), y la hispana Ferina (Gina Stuart), y tras las presentaciones de rigor en las que conocemos las singularidades de todas ellas comienza la función.

Referencia junto con la también producida por Roger Corman y rodada en Filipinas, "Women In Cages 1971)" de ese subgénero conocido como "woman in prison" que se saco de la manga la pareja Jack Hill/Roger Corman, y dirigida por el primero (grande Jack Hill, como mínimo a la altura de Corman), estamos ante un muy entretenido y vacilón sexplotation, realmente redondo en cuanto a una trama en la que tenemos sádicas carceleras, y aun mas sádicos doctor y alcaldesa, prisioneras vejadas plantando cara a la situación, haciéndose con el control de la prisión y fugándose, 2 tipos civiles encargados de la intendencia (un lascivo Sid Haig y su ayudante medio lelo Jerry Franks) manteniendo escarceos sexuales con las reclusas (impagables las escenas entre Sid Haig y Pam Grier), peleas en lodazales, masajes de espaldas en las duchas soft lésbicos, y hasta un trepidante tiroteo final en un claro de jungla.

Súmese ese dream team de explosivas bellezas arriba mencionadas (nada que ver con las miméticas e intercambiables siliconadas de hoy en día) mostrándose en todo su esplendor (no hay desnudos integrales, ni escenas de alto voltaje erótico, pero créanme, esos topless y escorzos de desnudos valen su peso en oro), y tenemos una autentica referencia de género (bueno, como mínimo subgénero) a día de hoy considerada de culto, que supongo sabrán valorar los aficionados a la buena y vacilona serie B (sección, maestros Corman/Hill), y harán aullar de placer a los que disfrutamos como bellacos cada vez que nos encontramos con la deliciosamente sensual y esplendida Miss Pam Grier.