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El gran silencio (1968)

El gran silencio
102 min.
6,7
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Trailer (ESPAÑOL)
Sinopsis
Tras ver morir a su marido a manos de un despiadado cazarrecompensas (Klaus Kinski), una mujer (Vonetta McGee) contrata a un mercenario, apodado Silencio (Jean-Louis Trintignant), para que acabe con el asesino de su marido. (FILMAFFINITY)
Género
Western Spaghetti Western
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Italia Italia
Título original:
Il grande silenzio
Duración
102 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Coproducción Italia-Francia;
Links
6
Spaghettis fríos
La verdad es que rastrear en el mercadillo del spaghetti western puede constituir una labor poco menos que frustrante y descorazonadora cuando uno ha flipado previamente con la obra de Leone. Y es que -no nos engañemos- si el SW puede presumir de calidad y prestigio es única y exclusivamente gracias al legado del gran Sergio.

“El gran silencio”, en este sentido, constituye un excelente botón de muestra en relación a mis argumentaciones. Sobre todo teniendo en cuenta que, según los expertos, la peli de Corbucci es la gran obra maestra del mismo (por encima de “Django”, incluso) y uno de los mejores spaghetti no firmados por Leone. Pues bien, si visionamos la peli de marras con un mínimo de imparcialidad y criterio nos daremos cuenta de que, cualitativamente, no es gran cosa. Empezando por el montaje (bastante chapucero), continuando por los diálogos (triviales a más no poder) y acabando por la mayor parte de las interpretaciones (flojillas, flojillas).

Le adjudico seis estrellitas (y no menos) porque siempre me ha gustado premiar la originalidad (un western en la nieve es, ciertamente, atípico), porque fotografía y música son más que correctas (Morricone siempre cumple), porque la pulsión erótica entre Silencio (Trintignant) y la bellísima Pauline (Vonetta McGee) es brutal, porque hay que tener un par para rematar una peli como lo hace Corbucci y porque, a pesar de los pesares, algo más que el nombre evidencian tener en común los dos grandes Sergios del eurowestern.
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70 de 93 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
I have legalised robbery, called it belief, I have run with the money and hid like a theif
Al hablar acerca del spaghetti western, resulta difícil no caer en el convencionalismo de focalizarlo el epítome genérico en Sergio Leone, y es algo no demasiado erróneo, debido a que es un género que, casi todo lo que aportó al cine moderno, surgió de la mente del genio romano, tanto su gusto por la violencia seca y abrupta, como su brillante planificación, capaz de esculpir el tiempo de una manera primorosa, así como el regusto por la artificiosidad y el tono burlesco de su obra. Eran escasos los directores que han conseguido que sus cintas encajen bien, dentro de los cuales destaca Corbucci, suerte de remedo leoniano que tuvo notoriedad a raíz del triunfo de la irregular Django, revolucionaria más allá por su exagerado hiperrealismi más que por sus formas narrativas y su nulo guión. Buen cineasta de un talento más visual que otra cosa, en su cine se pueden discernir varios elementos que le colocan en una zona media entre los irregulares directores del género y el dios de este, el ya mencionado Leone, como puede ser su gusto por la tragedia o su gusto por las situaciones altamente barrocas y paroxistas. Con buenas cintas, como El mercenario, su gran obra maestra es El gran silencio, uno de los westerns más extraños y pesimistas que se hayan realizado jamás en toda la historia del cine, especialmente dentro del spaguetti western, donde, si bien es cierto que las historias solían carecer de profundidad debido a que la principal función era entregar una ensalada de tiros, solían reconocerse por su final feliz, con personajes fanfarrones y chulescos, y un carácter que, más que misógino, algo de lo que Leone fue acusado, podría decirse asexuado, y cierto tono épico que era rebajado por la comicidad de varias secuencias. Pues Corbucci rompió con todo aquello y realizó una cinta alejada de convencionalismos, ya que, para empezar, se lleva la historia del desierto a la nieve más extrema, y donde la profundidad de la historia triunfa por encima de la brillante puesta en escena y donde la épica queda borrada de un plumazo debido al elemento negativista que pesa sobre toda la película, ya que hasta Ennio Morricone borra sus trompetas y deguellos para realizar una partitura intimista y sobria.

Si el western es por sí mismo el género cinematográfico por excelencia, podemos afirmar que el spaghetti es la sublimación de todos los valores de la leyenda, siendo una visión casi infantil de la historia del oeste norteamericano, contada a modo de cuento con un halo poético bastante desvirtuado, quien realizó aquí un profundo análisis de la condición humana en un western puramente humanista, como una suerte de Robin Hood. Corbucci habla en la película acerca de ese choque entre fuerzas, de la violencia imperante en una nación joven y de cómo las leyes llegan al salvaje oeste y la legalidad que ampara a una nación en la que tener un arma te posibilita poder matar a alguien si es en defensa propia.
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42 de 49 usuarios han encontrado esta crítica útil
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