Las bellas del bosque (1970)

Extrañísima coproducción italo-franco-española de género algo indefinido cuya principal virtud tal vez sea que, quizá a su pesar, no sepas nunca muy bien a dónde te quiere llevar. Una de gangsters con el telón de fondo de un sanatorio mental para pacientes ricas que parece 'la casa de tócame roque' porque allí pasa de todo. Lo mismo que en el bosque aledaño

Rodada en Barcelona, Sitges y Argentona, además de en los Estudios Balcázar (que fueron la contraparte ibérica del 'europudding') por el veterano cineasta francés Pierre Chenal, la peli es Involuntariamente desternillante en su tramo final, en el que incluso se produce una orgía, y despliega bastante erotismo (contó con doble versión, con y sin tetámenes al aire) a lo largo del metraje aunque no termina de explotar el morbo.

Protagonizada por una Marisa Mell que estaba en su mejor momento (ese mismo año rodaría también en España para Nieves Conde con Stephen Boyd la más que lustrosa "Marta"), por la peli andan también sueltos bastantes secundarios habituales en el cine europeo ( y en el español) de entonces que pueden hacer las delicias de cualquier cinéfago, como el hispano-argentino Alberto Dalbés o el bueno de Manuel de Blas, mozo de cuadras de la mansión en que se ubica el sanatorio convertido en objeto de deseo de una paciente bastante salida (Sabine Sun). Tal como Ktista Nell también se solazará en una cabaña del bosque con un cazador mientras la Mell, entre gángster y gángster también flirteará con el médico (Ettore Manni) y con su socio (Alberto Dalbés).

Hay asimismo un collar valorado en un potosí que una anciana paciente a punto de morir (Lili Murati) quiere que sea para una de las enfermera (Ellen Bahl), pero que puede saldar las deudas de otras personas Y si encima les cuento que junto al sanatorio hay todo un pueblo del oeste en el que se ruedan 'spaguettis' en el que también pasan cosas (el elemento más chanante y surrealista de la trama), tal vez comprendan mejor que el filme tiene su aquel.

Y es que tampoco hay un protagonista demasiado definido, pese a la mayor presencia de la Mell; la cinta es bastante coral, una especie de cajón de sastre polifónico y atractivo.
(Sigo en Zona Spoiler)