La Biblia: David (TV) (1997)

Película integrante de la colección "La Biblia" de los noventa que aparecieron junto a otras de títulos como "Sansón y Dalila", "Salomón", "José" , "Jacob", "Abraham" y "Moisés" componiendo así el Antiguo Testamento.

Pero si algo tiene "David" es que el la obra maestra de todas ellas, es la que sobresale sobre todas las demás por un montón de razones, pero la principal es por el guión. Su escritura es realmente magistral para tratarse de una película rodada para la televisión. Con frases y diálogos más propios de una novela histórica que de una película humilde, por momentos el guión sobresale por encima incluso de muchas de las actuales películas hollywoodienses cuyo libreto es simplón en ocasiones.

Y el carisma de los actores como Nathaniel Parker y especialmente Sheryl Lee o Jonathan Pryce cuyo Saúl roza el delirio más histérico cuando se trata de perder el favor de Dios nos hablan de una perfecta sincronización de todos los elementos tales como la innegable química de David y Bestsabé o la increíble aparición de David llamado por Dios para ser el próximo rey ungido, junto a una banda sonora inolvidable, cuya fuerza nos hablan de los acontecimientos por sí misma, firmada por el genial Ennio Morricone, hacen de esta película una auténtica obra de arte de la televisión y la mejor biografía del rey David.
La belleza de la melodía principal no la tiene ninguna película bíblica de esta colección, pero tampoco ninguna interpretación.
La más realista versión del rey David sin duda es esta, pues Parker compone un rey vulnerable y fuerte a la vez en sus decisiones y errores. La película asimismo magnifica la figura de personajes como Jonathan y el romance de David con Betsabé hasta el punto de que ella se convierte en la única para él.
Sin poseer el cutrerío del David de Richard Gere, sin duda esta película es la mejor de la colección, todo encaja como piezas de un puzzle, gracias a sus grandes interpretaciones y escenarios. Tiene un carisma especial del que adolecen sus otras películas hermanas.
La continua alusión a las Escrituras es lo más inspirador de ella en cualquier modo.