Alias John Preston (1955)

Recuerdo haberme llevado una cruel decepción. No es un fantastique, no es de terror y, lo que es peor, aburre una barbaridad. Pese a Chris. Otra vez será.

Argumento muy del gusto de la mitad del siglo pasado que delimita sus perfiles de contenido en una propuesta psicológica de corte freudiano y su ámbito formal se inscribe en la estética del cine negro.
La historia está contada con suficiencia narrativa pero sin alardes discursivos aunque hay que señalar que, por momentos, tiende a una retórica borrosa que puede resultar inadecuada.
El trabajo de dirección puede considerarse valioso dada la dificultad del tema propuesto pero, en general y vista con los ojos de la actualidad, la cinta ha quedado desfasada.
Pero debe reconocerse el mérito que tuvo en su momento.