- Sinopsis
- Alfredo es un vagabundo que, casualmente, pasa junto a un camión lleno de fruta que parece abandonado y aprovecha para comer un poco. Una vez saciado el apetito, descubre una fortuna en el interior de una de las cajas. Se trata del botín escondido por unos ladrones que tras la huida sufren un accidente. Asustado, esconde el dinero debajo de la imagen de la iglesia y confiesa al párroco de la localidad lo sucedido. La situación se complica cuando aparecen en el pueblo los atracadores. (FILMAFFINITY)
- Género
- Comedia
- Dirección
- Reparto
- Año / País:
- 1963 / España
- Título original:
- Millonario por un día
- Duración
- 70 min.
- Guion
- Música
Yo confieso.
25 de abril de 2009
A pesar de partir de una buena premisa, no estamos ante la entretenida comedia que podría haber sido, si no hubieran potenciado tanto el lado moralizante de la historia, además de la nula, antediluviana y pobre comicidad del protagonista (José Marrone ,en el papel del emigrante que se encuentra el millón), lo que sumado a lo insustancial de la trama delictiva y lo plano y rutinario de la dirección, la hace premiosa y aburrida.
Gracita Morales como la hermana del cura, Alfredo Mayo como el capitán de la guardia civil y Venancio Muro como uno de los atracadores, son lo único medio salvable de la película, estando Juanjo Menéndez en el papel de cura por debajo del nivel de los anteriormente citados.
A pesar de todo, se la puede echar un vistazo, o bien por curiosidad o por ver a una joven Lola Gaos que luce muy fresca y lozana.
Gracita Morales como la hermana del cura, Alfredo Mayo como el capitán de la guardia civil y Venancio Muro como uno de los atracadores, son lo único medio salvable de la película, estando Juanjo Menéndez en el papel de cura por debajo del nivel de los anteriormente citados.
A pesar de todo, se la puede echar un vistazo, o bien por curiosidad o por ver a una joven Lola Gaos que luce muy fresca y lozana.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esa clase de humor...
18 de septiembre de 2011
Maestro de la interpretación, de los gestos, de la improvisación; no importa el argumento, ni los planos del director, Pepe Marrone fue único y llenaba la pantalla con la sola mirada
Quizás sus expresiones sean demasiado locales como para ser apreciadas en otras urbes fuera de su país (Argentina), pero eso no le quita méritos.
Quizás sus expresiones sean demasiado locales como para ser apreciadas en otras urbes fuera de su país (Argentina), pero eso no le quita méritos.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
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