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Hush (Silencio) (2016)

Hush (Silencio)
81 min.
5,5
8.823
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Trailer (INGLÉS)
Sinopsis
Narra la historia de una joven escritora que se quedó sorda en su adolescencia y vive aislada en una casa en medio del bosque. Una noche comienza a ser acosada por un misterioso hombre enmascarado, sin la posibilidad de pedir ayuda, por lo que tendrá que ingeniárselas para salir airosa de su acosador. (FILMAFFINITY)
Género
Terror Thriller Slasher Discapacidad Discapacidad auditiva Home Invasion
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Hush
Duración
81 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Grupos
Blumhouse Productions
Links
8
GATO SIN MÁSCARA, NO CAZA RATONES.
Si bién otras películas de Mike Flanagan, como «Ouija: El Origen del Mal» (2016), «Dr.Sleep» (2019), o las series «The Haunting of Hill House» (2018) y «The Haunting of Bly Manor» (2020), dejan un resultado algo dudoso en su realización, esta cinta es mucho más eficaz, eficiente y, ¿por qué no decirlo?, efectista.

Sin duda alguna, consigue su principal objetivo, de mantenernos en vilo durante prácticamente la totalidad de la escasa hora y media de su duración. Y lo hace sin la mitad de recursos con los que han contado otras producciones de similiar argumento.

En el justo tiempo, y en una escenografía casi teatral, que se reduce al interior de la casa de la protagonista y su oscuro entorno inmediato, rodeado de un bosque insondable, del que no se nos dice qué hay más allá: ni donde se ubica exactamente en la geografía, cuál es la localidad más próxima... ni la distancia a la que se puede encontrar un ser viviente, a parte del temible adversario que acecha para acabar con la vida de la joven escritora.

El encuadre de la historia en un espacio tan reducido, que ni siquiera se puede ensanchar con el vehículo aparcado delante de la vivienda, porque el asesino ha rajado sus cuatro ruedas; y una trama simple, contada casi a tiempo real, augmentan la presión de la olla, acelerando sostenidamente el cocido que nos sirve.

Aunque haya momentos en los que parezca que la acción se ralentiza, ni que sea para que el espectador pueda retomar el aliento, en sintonía con el personaje de Kate Siegel, esta tan modesta como bien lograda producción, requiere ser vista con las uñas cortadas (las de los piés también).

La fotografía nos deja bastante a oscuras en momentos cruciales, en los que uno acaba bastante mareado. A este aturdimiento también contribuyen algunas idas de pinza de la cámara.

La banda sonora, realmente mala, por lo menos pasa lo suficientemente desapercibida para no molestar; en parte, porque la acción absorbe la casi totalidad de nuestras facultades perceptivas. Tal vez una mejor y más presente partitura habría concedido una mayor intensidad al ritmo narrativo. Sin embargo, el director prefiere hacer uso del silencio para estremecernos.

Con unos diálogos reducidos casi a la mínima expresión, el guión cede la palabra al locuaz dramatismo de la imagen, cosida y bordada por un montaje no menos importante en la misión conjunta de imprimir desasosiego hasta el último minuto del metraje. Lo que hablan los personajes se reduce, casi, a la conversación entre Maddie y Sarah (una amiga suya) complementada con el lenguaje de signos que ésta muestra estar aprendiendo, en su manifiesta pero simpática torpeza; en esta escena, la única rodada bajo la luz diurna, ya en declive, queda acotada una presentación que no se anda con remilgos, y que Flanagan corta por lo sano, por mano del cuchillo del asesino, en cebarse éste con su primera víctima.

El otro momento en el que tenemos un significativo intercambio de frases, es el encuentro en el porche de la casa, entre el psicópata y el novio de Sarah, que aparece para averiguar lo que ocurre, en no saber nada de las dos mozas. Momento que abre la puerta hacia tramo final de la película; lo cual queda revelado en la convencida y tajante sentencia del criminal: «let’s get this over with» («terminemos con ésto»), mientras el gato de Maddie se escabulle de la casa como diciendo: «a mi que no me metan en líos, que los denuncio a la Protectora».

Asi, pues, es toda la paralingüística, incluída la del escurridizo felino, con toda su carga expresiva, la que se encarga de desplegar la trama, estando los diálogos ubicados prácticamente como delimitadores de las dos o tres únicas escenas en las que se divide.

No repara en cuchilladas, disparos de ballesta, golpes, porrazos y caídas. En cambio, en ningún momento parece ultrapasar el umbral de aparatosidad, ni las dosis de hemoglobina, que en la oscura atmósfera nocturna no satura nuestra retina de rojo en exceso. La descarnada violencia que se desata, se mantiene en un nivel aceptable, y a la vez inquietante, de realismo.

Ya sea a posta, para no eclipsar el brillo de la Siegel, o porque John Gallagher, Jr. no da más de sí, el peso interpretativo del dúo que forman ambos antagonistas recae indiscutiblemente sobre la actriz, que también aparece como firmante del guión, con lo que me inclino más por la primera opción (no sería la primera vez que un actor tiene que reprimir su talento en favor de la estrella oficial del film).

En lo que se refiere a los papeles de Samantha Sloyan (Sarah) y de Michael Trucco (John, el novio de ésta), así como la fugaz aparición online de Emma Graves (Max), no van más allá de percha para los giros que empleará Flanagan en el desarrollo de la historia.

Sería erróneo limitarse a atribuir un cliché sobreexplotado al argumento. Todas las películas se basan en uno, ya sea cinematográfico o literario; o incluso prestado de otra disciplina artística (música, pintura, danza... ). Cierto que hemos sido testigos de otras cintas memorables, algunas de culto, en las que un psicópata despiadado se divierte con sus presas, y que éstas tengan algún tipo de diversidad funcional sensorial (ceguera, sordez.. ) o motriz, le confiere al «malo» un carácter todavía mas ruin y salvaje, cuando no ya, además, posee atributos que rayan lo sobrenatural (como es el caso de Michael Myers, en la saga de «Halloween»).

En el caso de «Hush», tenemos algún aspecto que la hace diferente de aquéllas a las que se pueda asemejar, y en el que quizás no se repara a primera vista.
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30 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
¿Puedes leer mis labios? Pues vamos a divertirnos...
"Hush" es de esos slashers de terror que uno siempre agradece que aparezcan de vez en cuando en nuestras pantallas. Una película que no pretende mas que entretener y lo hace de manera simple e incluso inteligente. Y eso la convierte en una excelente película porque sorprende sin llegar nunca a aburrir. ¿A todo eso ha llegado el cine de terror que una película como esta, normal, parezca tan endemoniadamente buena? Demasiadas películas de terror, todas baratas o repetitivos, hacen de este solvente slasher, una joya entre tanta basura.

El hecho de que la protagonista de una película de terror sea sordomuda no es nuevo pero lo que si es nuevo es todo cuanto la rodea. Aquí estamos hablando de un slasher con lo que el planteamiento es diferente al terror habitual, no hay fantasmas ni casas encantadas, no hay demasiado personajes. Solo la presa y el cazador, solo cuchillos y flechas, además de mucha sangre disparada hacia todos lados (que para algo es un slasher).

Lo segundo que sorprende es como está rodada. "Hush" no se pierde en complicaciones técnicas (mas allá del impresionante plano con el que abre la película) y va a lo simple, utilizando todos los recursos de la narrativa, aprovechando la característica de que la protagonista sea sordomuda (como la voz interior, la ausencia de sonido), también es curioso como el asesino se enfrenta al hecho de que su víctima sea sordomuda, haciendo que el típico juego del ratón y el gato de las películas de genero, tenga aquí un valor añadido que es capaz de hacer perder los nervios al espectador. En realidad, estos elementos diferenciadores, hacen que los enfrentamientos entre víctima y verdugo sean diferentes a lo habitual y eso siempre es de agradecer (por momentos el espectador oye todo, como el asesino pero en otros momentos no escuchamos nada, como la protagonista)

Kate Siegel está muy bien como la escritora sordomuda, víctima de un inquietante asesino de la mascara. Su interpretación es potente, creíble y sostiene ella sola toda la película de manera perfecta(una actriz a seguir a partid de ahora, sin duda). El guión del director Mike Flanagan y de la propia Kate Siegel es simple pero potente, no se pierde en explicaciones innecesarias y comienza de manera rápida (que no apresurada), con buenos giros y soluciones inteligentes. La dirección de Mike Flanagan ("Oculus") es simple, jugando con los elementos y sin estorbar demasiado a los actores. Quizás lo único que se le pueda echar en cara es que en su parte central decae algo el interés, pero sigue siendo un buen slasher que entretiene y aporta al espectador una visión diferente de algo harto conocido.
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61 de 109 usuarios han encontrado esta crítica útil
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