Los descendientes 2 (TV) (2017)

Ha pasado dos años que surgió esta película y hoy quería saber si esta secuela se iba a quedar en expectativas o que supere a la primera parte. Debo ser sincero: sólo expectativas en el aire, así la cadena lo desmienta una y otra vez.
Desde hace mucho tiempo Disney tiene esa horrible maña de hacerle propaganda de sus películas insignias que van a estrenarse adulándose a sí mismos que va a ser lo último en guarachas sin mirar a fondo lo que de verdad contiene y esperarlo por mucho tiempo no aguanta.
Ya que lo miré, la trama radica en el cuartero protagónico Mal, Evie, Carlos y Jay ya tienen sus vidas resueltas como buenos muchachos y que ya no sacan sus castas familiares, a excepción de Mal que no ha podido ocultar su estirpe y sigue utilizando su magia en su libro de hechizos que siempre lo carga y es el detonante del rompimiento con Ben sumado a su inseguridad personal que lo carcomió desde que se radicó en la isla de Auradon. Al volver a su lugar de origen, Mal quiere volver a ser ella misma y se encuentra con su antigua amiga -hoy enemiga. Uma hija de Úrsula mostrando sus dientes y su objetivo es obtener la varita para ejecutar sus fines malévolos. Para rematar, se enteraron Evie, Carlos -que tiene que lidiar con su perro Chico que se volvió muy parlanchín-, Jay y Ben y van a la isla para rescatarla. Lo que no contaron es que aparecieron nuevos rivales que acompañan a Uma: Harry y Gil hijos de los capitanes Garfio y Gastón por lo que secuestraron a Ben y que los demás deben enfrentarlos en un duelo así como Mal contra Uma aun sabiendo que la relación que llevaba con Ben estaba rota. Por fortuna, sortearon y lucharon, pero Mal dejó el libro de hechizos en la isla del origen por lo que su vida y la de sus amigos pueden correrles peligro debido a que Uma aprovecha la situación para lograr su cometido, y a la vez, enamorarse de Ben para generarle jaqueca a Mal. Al darse cuenta de que Mal aún siente amor por Ben le besa y le rompe el hechizo por lo que se transforma junto con Uma en dragón y octosirena, respectivamente para confrontarse y Ben en un tono conciliador les pedía que pararan con la disputa y que se comprometía a derrumbar la barrera que separan a las dos islas para que Uma pueda obtener los mismos privilegios que Mal y compañía. Habrá que esperar si esa promesa se cumple o no.
Evaluando meticulosamente la película, Disney se pifió en muchas cosas: libretos tremendamente flojos, escenarios melcochudos como las embarcaciones al estilo de Piratas de Caribe y el crucero donde iban a bailar, ingreso de periodistas sensacionalistas y con papparazzi incluido, excesiva coreografía y canto que a pesar de lo diáfano y perfecto desvió la trama que llevaba, y sin contar que esa misma trama estuvo incompleto y reforzado.
Por lo tanto, Descendientes 2 fue muy regular en cuanto a una trama que si bien tuvo una conflicto interesante falló en la estructura haciéndolo a las carreras sumado a la falta de un personaje y el giro impredecible que le diera contrapeso a la historia. Y para rematar nos embutieron con más bailes y canciones que no estuvieron mal pero le quita la magia a la trama incompleta ya comentada. Pasable aporte tanto del elenco principal como antagónico y de reparto.
Como Disney le encanta darle más cuerda a sus películas que en algún momento fueron y son exitosas (para ellos, quién sabe si la audiencia está o no de acuerdo) no se descarta que va a ver la tercera parte de Descendientes y la pregunta del millón es si se va a mantener el elenco principal incluyendo a Uma porqué se inventará algo y pueda perturbar la tranquilidad de Auradon, o traerán otro (a) hijo (a) malvado (a) para hacer de las suyas. El día de la quema se verá el humo, otra vez.

Segunda parte de la serie telefilmera musical de Disney Channel "Los descendientes", que sigue la estela de las comercialmente exitosas sagas "High School Musical" y "Camp Rock". Con la teleserie de "Los descendientes" Disney ha optado por coger a sus villanos de cuento y mostrarnos como serían sus hipotéticos retoños (que se debaten entre su malvada educación desde la cuna y su innato sentido de la compasión, la justicia, el amor, etc.).

La idea Josann McGibbon y Sara Parriott de dar una vuelta de tuerca a la familia de tan tópicos y unidimensionales, pero curiosos y prometedores personajes (en esta saga deambulan los retoños de Maléfica, Jafar, la "Reina malvada" de Blancanieves, Cruella De Vil, Úrsula, Gastón, Garfio o la hermanastra de Cenicienta Griselda) resulta un planteamiento tan inspirado como jugoso. Por desgracia no es explotado en su desarrollo argumental con toda la capacidad, solidez y pujanza que desde luego pudo dar con creces. Y es que estamos de nuevo ante un telefilm típico de Disney Channel donde la evolución de argumento y personajes acaba siendo la misma de siempre: esto son enredos de colegio y/o instituto bastante reiterativos y superficiales (por desgracia esto no es Harry Potter aunque la magia también haga acto de presencia). El tratamiento e impulso argumental es si cabe aun más redundante y difuso que el de su cinta predecesora, aun así (y a pesar de sus situaciones revistas (donde está el enfado, el arrepentimiento y la reconciliación)) no llega al completo desastre y logra hacerse lo suficientemente lógico, rítmico y franco como para servir de esqueleto y sostén de las otras virtudes del largometraje mucho más inspiradas.

Entre esos elementos inspirados no hablo de los números musicales que, si bien no hacen daño a los ojos (las coreografías son rutinarias y escasamente imaginativas, pero son llevadas a escena por sus bailarines de forma grata y con oficio) ni a los oídos, tampoco pasarán a la historia ni nos quedaremos con ellos en la retina de forma inevitable (eso es algo en lo que "Los descendientes" le gana la partida a esta continuación, en aquella teníamos algún que otro número musical destacable e imperecedero (hablo de ese dúo llevado a escena por Dove Cameron y Kristin Chenoweth, o esa revisión del clásico "Be Our Guest". Esa primera parte dejaba momentos musicales pegadizos y hasta ciertamente memorables). Hablo del carisma y química que presentan sus jóvenes intérpretes. Dove Cameron, Cameron Boyce, Mitchell Hope, Sofia Carson o Booboo Stewart se sienten realmente cómodos en sus personajes de luces y sombras, de comedia y romances... y eso se nota en pantalla donde aportan la presencia, solidez y personalidad magnéticas que el guion (que no supera lo pasable) no tiene. Eso sí, se echa en falta una villana de mayor gancho y sugerencia (que la dama de Broadway Kristin Chenoweth con su talento y carisma haya sido relevada por una adolescente rapera común (que hace lo puede, está claro. Pero lo que no puede no puede ser y además es imposible) resta puntos e interés a un conjunto donde las diferencias las marca el reparto, ya que su libreto tiene poco que ofrecer).

Por su parte la dirección artística muestra exuberancia y lustrosidad (en el buen sentido), luciéndose en los desvencijados pero curiosos y magnéticos "suburbios piratas" de los villanos. Y Kenny Ortega sigue demostrándose ducho en este género de musical ligero televisivo. Su experiencia es un grado; y el compás activo y resolutivo de su dirección, así como su puntería a la hora de escoger planos, hacen de "Los descendientes 2" una experiencia llevadera (el menos en un primer visionado, el telefilm no aguanta demasiados) para todo tipo de público, y muy gustosa para el público infantil (que se reirá más con las gandules notas de humor simplón, y al que le quedará más que claro el mensaje de su premisa (desarrollada con mayor pereza, planicie y repetición de lo deseado) de que todos tenemos nuestras luces y sombras, y que nadie es perfecto ni o blanco o negro).

En definitiva estamos ante un pasatiempo orientado más a un público infantil, que verá lo que espera en este tipo de producto (pero ni más ni menos que esto). Al resto de audiencia no se la recomiendo a no ser que se sea aficionado a esta saga musical (aunque esta segunda parte es la más floja de la trilogía. ¡Es más!, se puede pasar directamente del visionado de la primera a la tercera y no se habrán perdido nada relevante en la trama del conjunto (las dudas de su protagonista no cambian el destino de Auradon ni de la Isla, eso se verá en la tercera parte y concusión de la saga).

Lo mejor: La naturalidad y química innata y cómplice que despliega su reparto.
Lo peor: El desarrollo argumental tan indolente y vago.