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Corazones cicatrizados (2016)

Corazones cicatrizados
136 min.
6,3
142
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Trailer
Sinopsis
Adaptación libre de la novela homónima de Max Blecher. Inspirándose en su propia vida, Blecher relata en su libro las vivencias extremas de Emanuel, un veinteañero que padece tuberculosis ósea. El joven ingresa en un sanatorio en la costa del mar Negro, donde tendrá que soportar dolorosas punciones lumbares y pasará sus días cubierto de escayola en una camilla. Pero Emanuel descubrirá pronto que su vida no ha llegado a su fin y que el sanatorio, a pesar de albergar una realidad lúgubre, puede ser un lugar donde descubrir cosas nuevas y vivir experiencias interesantes. Corre el año 1937, y el guión escrito por Jude también aborda los hechos en el exterior del sanatorio, en una Rumanía cada vez más amenazada por el fascismo. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Enfermedad Años 30
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Rumanía Rumanía
Título original:
Inimi cicatrizate (Scarred Hearts)
Duración
136 min.
Guion
Fotografía
Compañías
Coproducción Rumanía-Alemania;
Links
Premios
2016: Festival de Locarno: Premio Especial del Jurado
2016: Festival de Mar del Plata: Mejor director - Astor de Plata
7
El hospital
Estrenada en el Locarno Film Festival donde ganó el Special Jury Prize, Inimi cicatrizate es un filme rumano basado en la novela homónima (1937) del escritor Max Blecher. Una obra que se desarrolla casi completamente en un hospital regentado por el doctor Ceafalan (Serban Pavlu), con extrañas formas para tratar a los pacientes, donde el yeso es elemento fundamental.

El largometraje se centra en Emanuel (Lucian Teodor Rus), un joven poeta y escritor que llega con su padre a esta institución para tratarse su enfermedad de Crohn. Lo “bueno” para el protagonista es que a pesar de la tristeza inicial de su situación, se encuentra a lo interno de este lugar un completo mundillo, al comenzar a interactuar con este entorno, el enfermo mejora su estado emocional.

Radu Jude funge también como el guionista de la película, filmada en aspecto 1.37 : 1 que da una sensación de estrechez, en un ambiente muy cerrado con pasillos angostos, camillas gigantescas y muchas personas. Su dirección se basa en secuencias largas con la cámara estática (en ocasiones con leves paneos horitonzales), donde los actores incluso por momentos salen de pantalla, al menos los que pueden movilizarse con facilidad.

Se toman varias citas puntuales del texto en el que está basado para ponerlas en pantalla a modo de intertítulos, el director opta por este recurso para trasladar sensaciones del protagonista de forma más directa, un tanto arcaica quizá, pero que es bastante efectiva.

Marius Panduru director de fotografía utiliza una paleta de colores con colores apagados, casi neutros, celestes y amarillos que reinan en este hospital, parte de la melancolía del protagonista ante su situación. Estos elementos se contrastan con el azul intenso del mar donde los pacientes toman el sol en repetidas ocasiones, sensación de libertad inherente.

A destacar una pequeña toma en un atardecer, donde una carreta cruza la pantalla de un lado a otro, tres espacios y colores bastante marcados, ante un ocaso que no representa únicamente el final de un día.

Inimi cicatrizate termina siendo una obra pesada, dos hora veinte de metraje que tienen como mejores momentos todo lo referente a las formas en como este cuerpo es tratado por el medico principal, y su interacción con varios personajes dentro de este hospital, sin embargo, en este segundo tracto se vuelve en algún momento reiterativa. Impresionante actuación del debutante Teodor Rus.
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Una historia sobre el dolor y la muerte inspirada libremente en textos autobiográficos del escritor rumano Max Blecher, con cierta dosis de optimismo
Lucian Teodor Rus es el protagonista exclusivo de Scarred Hearts, interpretando a un joven que es diagnosticado de tuberculosis espinal y a partir de ese momento pasa su vida postrado en una cama de hospital. Lo que a simple vista podría resultar un dramón lleno de golpes bajos, el realizador Radu Jude intenta imprimirle un tono un poco más agradable, aunque no por eso inevitablemente doloroso.

Emanuel es joven y más allá de estar postrado se divierte con sus compañeros de hospital, gente que sufre diferentes enfermedades graves, y hasta se permite conquistar y enamorarse de una bella joven.

La cámara sigue a Emanuel prácticamente sin moverse, a través de planos estáticos. Sin embargo la mayoría de las veces son planos más bien generales, como testigo de las relaciones que él va forjando.

Las escenas son largas, como la agonía de ese hombre al que constantemente le prometen que lo van a curar pero se encuentra en situaciones cada vez más limitadas. La película es larga, casi dos horas y medias que comienzan a sentirse, porque si bien Jude intenta contar esta historia con un tono poético (con textos intermitentes del escritor Blecher) y optimista, con atisbos de humor negro, lo cierto es que la historia no deja de ser conmovedora.

Una película extraña, con una interesante construcción de personajes pero que no puede evitar sentirse algo reiterativa hacia su último trama.

Publicada en visiondelcine.com
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
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