Blade & Soul (Serie de TV) (2014)

Esta es la épica odisea de un guerrero cuyo camino no se desvía porque nunca cambia, de una mujer vacía entrenada para asesinar y que habrá de convertirse en un auténtico ser humano para poder entenderlo todo...

Pero no forma parte del universo original del cual procede esta historia. "Blade & Soul", tras varios años de ejecución, es lanzado desde Corea del Sur en 2.012 por NCSoft, y su popularidad como videojuego de rol en línea no tarda en subir como la espuma, pese a su historia simple, ciertos inconvenientes sobre la jugabilidad y contener un mosaico de avatares exclusivamente femenino y sexualizados en exceso (hasta el mínimo detalle)...pero ofrece acción, violencia, un gran trabajo de gráficos y la posibilidad del juego "massive online", que son sus grandes bazas.
Y después de comercializarse en China lo hace en Japón, sin embargo en un éxito silencioso. Tal vez eso impulsó al legendario estudio Gonzo a preparar una serie que le diese un buen aluvión de publicidad; dos diseñadores y directores de longeva carrera a sus espaldas, Hiroshi Takeuchi y Hiroshi Hamasaki (el responsable de "Terraformars", "Shigurui" o la joya "cyberpunk" "Texhnolyze"), trabajan al alimón para desarrollar una trama que encaje en el mundo creado por Team Bloodlust. Nuestra guía es Alka, cruel, lacónica, insensible, una anti-heroína sujeta al código de los asesinos perfecta para la tierra a visitar...

En ella la era antigua convive con la moderna tecnología en un escenario anacrónico de monstruos, criaturas y demonios, ejércitos, guerreros y hechizos, de atractiva fantasía que, de estar despojado de todo ello, hablaríamos de un Japón en la más estricta tradición feudal, con su propio Shogunato de las tinieblas, ese imperio de los Palam que opera bajo su magia demoníaca y somete a una sociedad de pobres y privilegiados bien definida en su desesperanza, cinismo y violencia donde tienen cabida todo tipo de individuos. Pero, siguiendo el orden del juego, la atención recae sobre las mujeres (sexualizadas pero no víctimas del incómodo "fan service", menos mal).
Cuando conocemos a Alka ya ha iniciado su peripecia siguiendo los pasos de las líderes de una facción del imperio, Jin y Yu, responsables de acabar con el clan Tsuguri y su maestro Hon; la acompañamos en este peregrinaje a través de aldeas, bosques y montañas, interviniendo una serie de personajes clave: Hazuki, irritante y codiciosa cazarrecompensas; Loana, líder de un grupo de bandidos; y Elle, la misteriosa dueña de un pub. Habrá otros que aparezcan en su camino, pero al disponerse la trama de manera episódica, la mayoría terminarán por desgracia olvidados o resultarán innecesarios para su desarrollo.

De hecho, de esos secundarios principales, sólo la última goza de poseer un arco dramático (brillante, por cierto) que conecta a Alka con su pasado lúgubre y alimentado por la venganza. Este es uno de los temas que impulsa la historia y a todos los que la habitan, el otro es la redención; y es que muchos de los individuos o grupos que se crucen con ella, de algún modo u otro, tienen relación directa con el daño causado por sus habilidades de asesina sin compasión. Son encuentros vitales (dos niños que la ayudan, un matrimonio que perdió a la hija por su culpa, un alumno del maestro Hon...) para lograr que, poco a poco, Alka conozca la oscuridad de su alma y haga examen de conciencia.
Alrededor de ella se disponen los elementos que dan cuerpo y dimensión a la serie: numerosas facciones que combaten contra los Palam, un tipo de flor de efectos alucinógenos muy codiciado en la región, las dos magias del Bien y el Mal enfrentadas o situaciones donde la debilidad, la miseria social, la ambición en el poder, la manipulación del alma, el sentido erróneo de la justicia, la desesperación o la imposibilidad de huir del ya determinado destino son objeto de análisis. Sin embargo es la evolución emocional y espiritual de la guerrera lo verdaderamente importante.

Atsuhiro Tomioka falla en presentar capítulos y personajes del todo prescindibles, así como en su concesión a la misandria y puntos de la trama que se dejan sin ninguna explicación o derivan en lo incoherente (la relación entre Palam y los Tsuguri y entre Jin y Alka, el significado de la mariposa tatuada en su brazo, las ininteligibles intenciones de los Bokukatai y su demoníaca líder, la inútil presencia de las flores...), pero su tratamiento sobre el aprendizaje y la introspección de Alka, esta heredera moderna de la Yuki de "Lady Snowblood", alcanza instantes dramáticos y psicológicos memorables.
Ronin despojada de sentimientos, autómata sin otro propósito que extender la muerte por decreto, en su paulatina mutación se revivirá un humanismo que parecía incapaz de germinar, ése al que, en cierto modo, todos los personajes aspiran. Por ello la venganza (no sólo de Alka) es un imposible, ya que de ningún modo procura paz al alma sino lo diametralmente opuesto; y a pesar de ello "Blade & Soul" se destapa con una violencia cruda no apta para sensibles y unas escenas de acción y combate viscerales, siguiendo Takeuchi y Hamasaki el estilo del videojuego y combinando el 2-D y el 3-D en un atractivo diseño artístico, colorido y de bonitos detalles visuales.

De haber sido concebida en película hace 50 años y sin toda su parafernalia fantástica, sería un "chambara" revisionista protagonizado por Tatsuya Nakadai, Raizo Ichikawa o la mencionada Kaji, habituales presas de la reflexión y la evolución; y es que el espíritu del género está sin duda grabado a fuego y espada de principio a fin.
Lástima su irregular guión, secundarios tan mal tratados (Hazuki en especial) y su precipitación a un clímax que no satisface como debiera, si bien posee un colofón magistral (con Alka sonriendo y encaminada a un futuro libre de sangre y pesares). Por otra parte, mientras la serie se emitía a través de TBS, el juego ya era un exitazo de ventas en Japón, aunque quizás la primera no tuvo nada que ver...