El efecto sombra (2017)

El actor Jonathan Rhys Meyers lo ponen en portada para que la gente vea la película, lo que no dicen es que sale en tres ocasiones durante apenas dos minutos ejerciendo del peor psiquiatra de la historia, recetando aspirina para las lagunas mentales y pesadillas. Y al final sale otra vez más diciendo que inventó la reanimación pulmonar y ahora trabaja en la regeneración del tejido cerebral. Podría ser el doctor del siglo, pero no. Prefiere hacer clones para unos pirados llamados "los hijos de la libertad", que éstos usan a los clones para matar a políticos.

Las interpretaciones son de lo peorcito que he visto, se nota que están forzadas, había más naturalidad en la serie "Al Salir de Clase".

En la escena de la persecución, ahí me quedé flipando en colores. Entiendo que quede guay que los coches derrapen en las curvas, pero cuando lo hacen en todas cansa, y más aún cuando derrapan también estando en llano. Menos mal que no fue con motos, saldrían en todo el recorrido haciendo el caballito.

Las peleas son muy malas, se nota que a distancia no le rozan y ya se están tirando al suelo. No creo que nadie dirija la coreografía, me imagino que los mismos actores improvisaban sobre la marcha. La técnica mortal que siempre esa es el desnucamiento. Primero lo coge por el cuello con el codo, y antes de morir asfixiado le hace es desnucamiento para que no sufra, o sufra doble. Hasta la propia novia del asesino de "élite" también intentó hacerle la técnica al sherif, que casualmente también era su comandante militar cuando estuvo en Irak, Afganistán y en "Colombia" (donde la última guerra terminó hace casi 60 años). Me quedé otra vez más sorprendido como la novia de unos 45 kilos y metro y medio le propinaba tal paliza.

Para terminar, porque no quiero alargar mucho la matanza, tiene su toque de humor la peli, yo por lo menos me he reído cada vez que veía los efectos especiales. Lo peor que he visto en años, creo que contrataron a la misma persona que los hizo en "Anaconda 3". Se nota que que tiene un máster de CGI en fx de informática, el mismo máster que tiene Cifuentes. Porque vaya tela, las explosiones son de risa, y las chispas de las balas son todas iguales, saltan chispas en cualquier material donde la bala penetre, ya sea una reja, pared, madera o incluso un sofá.

Me da pena criticar de esta forma la peli, pero es que no le veo nada bueno, y no sé como Rhys Meyers se metió en tremenda bazofia.

De vergüenza ajena es la escena en la que el protagonista va en busca de los datos y las armas para su última misión. Su contacto le da una dirección: “Consigna xxx Union Station Baltimore”, y el director nos lo manda a un taller abandonado, en las afueras de la ciudad, donde hay dos taquillas desvencijadas, un coche abandonado y unas mesas llenas de polvo y basura. Atención especial al candado de alta tecnología que cierra la taquilla-consigna oxidada.
La consulta del siquiatra siniestro tampoco tiene desperdicio, con sus archivos científicos ultrasecretos: un armario ropero sin cierre con una caja de cartón dentro. En realidad parece el piso de alguno de los miembros del equipo del que se han sacado los muebles y se ha tapado la pared que aparece siempre tras el protagonista con una cortina. Atención especial también a la funcional mesa del loquero.
El escenario final en un supuesto subterráneo es también bochornoso, salpicado de llamitas y chatarras que supuestamente forman un sofisticado laboratorio de biotecnología. Destaca el botellón donde tienen al clon regenerándose, que revienta con un golpecito de la chica. Y una vez fuera, el clon es activado ¡con una llamada de móvil!

Llegó un momento en que dudé si no estaría viendo un ensayo de minimalismo cinematográfico.

Y luego el guion. ¿Para qué necesitan al clon asesino si continuamente lo siguen unos tipos con un francotirador encargado de matarlo si no obedece su “condicionamiento”? (Por cierto los guionistas no tienen ningún escrúpulo en copiar de “La naranja mecánica” el método de condicionamiento, con los alambres que le obligan a abrir los ojos incluidos, pero no para asociar lo que quieren que olvide con escenas de nazis o de terror, sino con unas imágenes neutras: o no entendieron nada de la película de Kubrik, o quieren reírse de los espectadores) ¿Cómo regeneran al clon? ¿Cómo lo vuelven a instalar en su casa? ¿Cómo le restauran siempre una misma personalidad que le permite reanudar su vida cotidiana con su “mujer”?
Y sobre todo, en la escena final ¿cómo se cruza la chica con el ascensor que cae al fondo mientras ella asciende por el mismo hueco del cajón agarrada al cable que ha cortado el protagonista? ¿Y cómo huye luego de la casa que camufla la entrada al subterráneo, una cabaña de madera que explota totalmente –en un efecto tan cutre que pone la guinda final a la película– en medio de un bosque virgen, sin instalaciones de acceso de energía, o simplemente una carretera para los que allí curran?