Batman: El regreso del Caballero Oscuro, Parte 2 (2013)

Y es que la Parte 1 solo era un aperitivo para lo que venía a continuación. Intensa, breve, entretenida y emocionante segunda parte de El Regreso del Caballero Oscuro.

Necesito decir que, desde mi punto de vista, lo que hace de esta Parte 2 una mejora tan notable es ... como no, el Joker, ya debo preguntarme ¿qué es lo que tiene este antagonista?, lugar al que va, lugar que adquiere mayor prestigio. Sus escenas, las que están relacionadas con el, han sido para mi sin lugar a dudas, las mejores de ambas partes, de principio a fin, hemos vuelto a ver al Joker en su máximo éxtasis de locura, algunas escenas llegan incluso a lo desagradable, pero gusta, ese es el Joker, el autentico e inconfundible Joker.

Tras su parte de la historia dada por finalizada, la cinta pega un pequeño bajón, en un lapsus de tiempo de unos 15-20 minutos, los cuales vuelven a retomar el vuelo con el final.

No puedo juzgar, no puedo comparar adaptación con original puesto que no he leído los comics pero ... esto es a mi parecer un regalo para los fans (lucrativo, por supuesto), pero para los que no hemos leído estos tebeos, nos ha gustado saber como finalizaron las aventuras de aquel Batman que veíamos en la tele en los años 90 cuando eramos pequeños.

Yo habría dejado las dos partes unidas, son duda alguna las han dividido para sacar más dinero, porque cada película dura hora y cuarto, así que habría sido una historia de 2 horas y 30 minutos, no esta mal, habría ganado más creo yo.

Y mi pregunta es, tal y como se queda el final de la Parte 2 ¿podría enlazarse con Batman del Futuro?

Jay Oliva finaliza con “Batman: El regreso del Caballero Oscuro, Parte 2” el díptico que se merecía la obra de Frank Miller, santo y seña de cualquier adaptación del superhéroe de Gotham que se precie. Aquí podemos observar al Jocker que hubiéramos visto en “El caballero oscuro: La leyenda renace” de Nolan si Heath Ledger hubiera seguido con vida: más loco y peligroso que nunca. Desde su tono crepuscular hasta los conflictos morales que representa la obra, el interés del material originario de Miller —y por extensión del de Oliva— es la representación de ese Regan momificado y la sumisión de Superman como arma (y perrito faldero) dentro de la Guerra Fría con esa ficticia isla llamada Corto Maltés como epicentro de un ataque nuclear. Las suplantaciones y cambios siguen presentes y comprobamos que la anterior parte era un simple aperitivo y premisa para un arsenal de clímax pendientes.

En “Batman: El regreso del Caballero Oscuro, Parte 2” aumenta incluso la acción respecto a la primera parte y la sucesión y espiral de encuentros y sucesos remite irremediablemente al entretenimiento. Grandes secuencias, como la pelea frente a Joker, convierten el filme en un compendio de calidad e inteligente diversión. Batman se erige como rey de Gotham y aplica su ley a su ciudad para sobrevivir juntos. El héroe emerge y el pueblo se proyecta como espejo y alma… pero también como esencia espiritual del gran público ante la caja tonta. Hay suficientes detalles para comprobar la burla de Miller sobre el sistema y el patriotismo y su caricaturización burlesca e incluso ofensiva por momentos con incisos brillantes.

Por encima de un producto, el filme de Jay Oliva vuelve a convertirse en una visita obligatoria para comprender la capacidad de supervivencia de la novela gráfica de Miller al paso del tiempo y que sus engranajes, basados en formulas universales y crisis mundiales, siguen funcionando como el primer día. Además, resulta gratificante que veamos al otro Oliver Queen en plena fiebre abdominal de “Arrow”… Buena animación y estupendo ritmo para completar y rematar el acierto. Batman nunca muere y nunca podrá morir con películas como “Batman: El regreso del Caballero Oscuro”.