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Las vías de la traición (1954)

Las vías de la traición
80 min.
5,4
124
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Sinopsis
Un oficial de la armada es enviado a la localidad de Laramie. Allí tendrá que arreglárselas para averiguar por qué la construcción de las vías del tren está parada. (FILMAFFINITY)
Género
Western
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Rails Into Laramie
Duración
80 min.
Guion
Fotografía
Compañías
Links
7
EL PRIMER WESTERN FEMINISTA DE LA HISTORIA
Por supuesto que el título es exagerado e inexacto porque hay otros westerns anteriores que pudieran estar en esa categoría, como lo es, por ejemplo, una obra maestra como "Caravana de mujeres (Westward the women)" de William A. Wellman.
Pero en esta película del oeste ("Rails into Laramie") , de repente, un problema de cobardía de los distintos jurados formados por hombres y que absuelven a los caciques y criminales que dominan la ciudad, es resuelto por el primer jurado formado solo por mujeres en Estados Unidos. Las secuencias de la entrada de estas doce mujeres "sin piedad" son todo un muestrario del machismo y de la mentalidad de ese momento... Geniales y perturbadoras.

Pero la cinta, que tiene todo los componente para ser una más sobre un marshall al que le encargan "limpiar" de malhechores una ciudad, va in crescendo adquiriendo interés y tensión dramática según avanza su metraje...

Los elementos son clásicos, casi convencionales, con el marshall (John Payne) que recibe el encargo de limpiar una ciudad de hampones y conseguir que se reanuden los trabajos de construcción de la línea férrea que unirá costa con costa; o el hecho de que el marshall encargado de la tarea resulte ser amigo del matón del pueblo y pretendiente antiguo de su actual esposa. También el asunto de los obreros del ferrocarril alcoholizados como forma de soportar sus inhumanas condiciones de trabajo... (Algo más bien implícito que explícito). Los elementos son tópicos, pero el guion y el director Jesse Hibss, consiguen aumentar esa tensión narrativa según avanza la película, al introducir el asunto de ese primer jurado formado por mujeres que es capaz de condenar al matón jefe a la horca (Dan Duryea).

El elemento final, con una huida (no puedo desvelar más) y la posibilidad de un choque de trenes que circulan por vía única en sentido contrario, da lugar a grandes escenas de tensión, muy bien resultas técnica y narrativamente. Me recuerdan, salvando las distancias, el excelente telefilm "Santa Olaja de acero" de José Antonio Páramo, (versión del relato homónimo de Ignacio Aldecoa) sobre dos trenes circulando en sentido contrario por la misma vía.

Destacan por encima de todos (en mi opinión) los papeles y trabajos de de Dan Duryea (el matón jefe) y de un joven Lee Van Cleef. Y Mari Blanchard está perfecta y cautivadora en su papel de aparente mujer fatal que no lo es y que con su coraje hace posible condenar al cacique y consocio del saloon.

Muy recomendable, por tanto. Y es evidente que discrepo de las tres reseñas anteriores.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
¿Amigos o enemigos?
Por solicitud de las fuerzas vivas de Laramie, un oficial del ejército es enviado allí para que ponga orden a quienes están saboteando la construcción de la línea del ferrocarril que pasará por la ciudad… pero, cuando se enteran de que, el oficial enviado como nuevo sheriff, Jefferson Harder, es amigo de Jim Shanessy, el hombre que tiene intimidada a la ciudad, la gente de Laramie parece perder las esperanzas… pero, sin embargo, alentados por el juez, deciden darle su oportunidad. Como el conocimiento, y los principios, favorecen siempre la toma de partido, también Harder tendrá que tomarlo cuando, al fin, sepa quién es, ahora, su viejo amigo.

Un guion de, D.D. Beauchamp y Joseph Hoffman que, un poco nos recuerda a “Albuquerque” (Ray Enright, 1948), fue la base para este entretenido western del director, Jesse Hibbs, que, de nuevo, apunta a disponer al pueblo contra aquellos seres mezquinos que promueven el atraso y la violencia mientras, únicamente, se preocupan por sus intereses particulares.

La historia resulta atractiva desde sus diversos ángulos; está muy bien ambientada y goza de algunas bien planeadas escenas de acción -aunque otras no tanto-, y complementada con certeros diálogos y unas actuaciones bastante atinadas, mantiene nuestro constante interés pues, la edición es otro bien con el que la película cuenta.

La historia comienza en Cheyenne, la capital de Wyoming, y luego se traslada a las afueras del condado de Laramie, fundado en 1867 y el más habitado entre los 23 que posee ese Estado. El año, 1869, cobra especial importancia porque, el 10 de diciembre, el gobernador, John Allen Campbell, extendió el derecho de votar a las mujeres, siendo el primer territorio en brindar ese derecho en los Estados Unidos de Norteamérica. Wyoming, fue también el primer Estado en abrir espacios a las mujeres en la política, y como veremos en una atractiva secuencia de, <<LAS VÍAS DE LA TRAICIÓN>>, también conseguirán hacer de jurados en los estrados… ¡y que jurados!

John Payne, encabeza el reparto como el sargento ascendido a capitán al momento de asignarle la tarea en Laramie… y lo hace muy bien, con suficiente carisma y equilibrio moral. Lo secunda, Dan Duryea, el hombre sin escrúpulos dispuesto a lo que sea para salirse con la suya y convencido como muchos otros prepotentes de que, “el dinero todo lo puede... y sino las armas se encargarán del que no lo acepte”. Entre ambos, dos guapas mujeres, Joyce Mackenzie (Helen), la esposa fiel a su “poderoso” marido; y Mari Blanchard quien, como Lou Carter, será el plato fuerte (¡y muy bello!) quien se debatirá entre los dos viejos amigos.

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3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
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