El Sena (1957)

El río como pretexto. O como metáfora. Un río que va alternando, sin solución de continuidad, su condición, bien de objeto de la imagen que se plasma desde sus orillas. bien de soporte de esa cámara que capta la vida que fluye en sus márgenes. Vida diversa y variopinta. Gente laboriosa, gente sencilla, gente enamorada. Pero, por encima de todo, gente. Una propuesta deslumbrante desde la desnudez formal, treinta minutos de cine despojado de cualquier adorno innecesario. Una maravilla.