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El pozo del infierno (1983)

El pozo del infierno
105 min.
4,1
428
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Trailer (INGLÉS)
Sinopsis
Cuando la familia Baxtor se traslada a vivir a Amityville ignora que una serie de fenómenos extraños se van a producir en su nueva casa. (FILMAFFINITY)
Género
Terror Casas encantadas Sobrenatural Secuela 3-D
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Amityville 3-D (Amityville III: The Demon)
Duración
105 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Grupos
Amityville
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8
MÁS Y MEJOR DE LO MISMO
Una saga cinematográfica de fantaterror ochentero no está completa si no tiene, por lo menos, una entrega en 3-D -aunque, como en el caso que nos ocupa, se trate de un 3D de chichinabo-. Y la mansión encantada que se cimenta sobre una puerta al infierno no es la excepción. Dino De Laurentiis, por segunda ocasión al mando, contrató, como ya era costumbre en la franquicia, a un artesano consolidado situado el tramo final de su filmografía: aunque, no demasiado tiempo después, un par de incursiones en el género aventurero de espada y brujería habrían de contribuir -además de la edad- a dar por finiquitada la carrera del veterano Richard Fleischer ('El estrangulador de Boston', '20.000 leguas de viaje submarino').
El chollazo inmobiliario de la casa que es comprada, cada pocos años, por una nueva familia, regresa al punto de partida y, previsiblemente, tal como en su propio título advierte, suma el plus de los sustos, aproximaciones de objetos y pretextos deliberados para sacar partido de la estereoscopia.
Tony Roberts -un Ron Perlman a lo guapo y habitual, junto al de otros directores de buena reputación, en el cine de Woody Allen-, Candy Clark -Debbie en 'American Graffiti'- y una casi debutante Tess Harper -nominada al Oscar por 'Crímenes del corazón'- se adjudican el protagonismo adulto dentro de un reparto por el que, tímidamente, se asoma una imberbe y desgarbada Meg Ryan en el personaje de una amiga de la pipiola Lori Loughlin ('Padres Forzosos') que protagoniza la escena más terrorífica de su carrera.
Más y mejor de lo mismo.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
La mosca violeta en plan "ola k ase"
El pozo del infierno. Así tradujeron las brillantes mentes encargadas del tema comercial el título de la tercera entrega de la saga The Amityville Horror, cuya coletilla en esta ocasión era The Demon. ¿Tú lo entiendes? Pues ya ves, así son las cosas...

Richard Fleischer, director más que notable en su época, se mete en el berenjenal de dirigir esta pelicula, que es la primera de las muchas secuelas sobre la casa que no tienen absolutamente nada que ver con las historias que allí sucedieron. Fleischer hace un trabajo con riesgos calculados, lo que viene siendo un A-B-C de manual. Se ciñe al guion y nos cuenta la historia con los escasos medios de los que dispone. No es que El pozo del infierno (sangro cada vez que lo escribo) requiera demasiados alardes por parte del director, tampoco, así que por parte de Fleischer hay poco o nada que reprochar. Sigue el desarrollo de la película colocando las cámaras y ya está, no tiene ataques de director ni quiere (ni puede) rodar por encima de las posibilidades que le ofrece el guion, que es donde radica el problema. Que vamos a ver, que no es que sea malo, es simplemente que le falta chicha, que aburre un poco y que lo que cuenta pues no interesa demasiado, pues los personajes son maniquíes al servicio de una historia que prácticamente se cuenta sola porque no hay mucho que contar. Es, a grandes rasgos, una TV movie de las tres de la tarde aderezada con pimienta paranormal.

Tony Roberts y Tess Harper se reparten el protagonismo de la película. Roberts está correcto aunque, como digo, no hace falta haber interpretado a Hamlet para trabajar en esta producción. De Tess Harper pues bueno, podemos decir tres cuartos de lo mismo: se agradece que dentro de su papel de sufrida madre no entre en un bucle de desvaríos de sobreinterpretar como una loca, algo que sucede a menudo en películas de esta clase. A mí, personalmente, lo que me mola del reparto es que cuente en sus filas con un tío que me chifla, como es Robert Joy, secundario de lujo y actor con una gran capacidad para interpretar ciertos papeles. Como curiosidad, añadir que sale una joven Meg Ryan haciendo de adolescente "enrollada", un rol que no puede faltar en el cine de terror con aire slasher. Lori Loughlin es, digamos, el McGuffin de la película, un pretexto para detonar la acción que por sí mismo no tiene demasiada importancia en pantalla.

Resumiendo, que es gerundio: El pozo del infierno, o The Demon, está muy lejos del nivel cinematográfico de la primera película sobre Amityville, pero supera con creces a la segunda ya que, pese a sus limitaciones, no sirve para que los responsables de la película pajeen sus mentes destrozando una base que da, y esta es una opinión muy personal, para construir sobre ella una película de terror que no tenga nada que envidiar a ninguna otra. Pero para eso se necesita talento.
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3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
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