Lady Scarface (1941)

Según dicen que tras el tirón de la mítica Scarface, para mí menos mítica e incluso no llega ni a buena, la RKO quitó el polvo a un titulo de antaño y lo adaptó par que saliera una cara cortada y no era Gary Moore ya que seria en todo caso una mujer. La RKO se creía que la actriz de Lady Scarface iba a pegar un pelotazo de grandes similitudes igual que el que pegó el gran Robinson en Hampa dorada. Ya se sabe que eso no ocurrió pero la culpa no la tuvo la de Rebeca ya que no se parece en nada al gran Robinson y menos en paños mayores.

No llega a ser genuino cine negro porque, de las tres mujeres que intervienen, una de ellas, la mala, sale muy poquito y las otras dos componen sendos personajes de comedia.
Con la persecución de una banda criminal liderada por una mujer, como telón de fondo, el jugueteo amoroso de una atractiva y joven periodista con un atractivo y joven inspector de policía acapara parte de la película. A esto también se añade el enredo que protagonizan una atractiva pareja de atractivos jóvenes atractivamente casados que los sitúa como objetivo de los criminales.
De todo esto, sin que llegue a aburrir, resulta cierto despiste que no nos deja claro si la historia criminal es por la que debemos interesarnos, quizá por los rifirrafes del atractivo poli y la atractiva periodista o tal vez debería preocuparnos la suerte de los simpáticos y atractivos recién casados.
Se ve pronto y bien, se gasta un poquito de humor y, para el que preste atención a ello, los sombreros de las damas son de escaparate. De los de puerta ancha. Pero lo que es cine negro, no es.