Teléfono mortal (1988)

No consigue ser ni si quiera una joya fetichista. Tiene trazas para ser de culto pero su torpeza hace que se quede en una más del montón malo.

La historia intenta ser un explotation de "El ente" pero ni de lejos consigue estar a la altura.
Al director Italiano se le ve bastante influenciado por el cine y sobre todo los video clips americanos, intentando conseguir, usando la iluminación, planos que perfectamente podrían ser de uno de la época. Como los de las palomas en la sala de grabaciones con esos tonos azulados y el humo tan ochentero.

Las actuaciones son horrorosamente amateurs y eso que Charlotte Lewis venía de coprotagonizar El chico de oro con Eddie Murphy un año antes. Sobre todo la del vecino de la prota, que ni se inmuta cuando le dicen que uno u otro ha muerto. No les ayuda unos diálogos vergonzantes que ni un niño escribiría.

Si consigues rebasar la infumable primera hora el último tramo se pone más interesante, sobre todo por su secuencia de Charlotte Lewis con corset en la bañera, pero aún así a mi me ha costado terminarla.

Robert Englund cogió alguna idea de aquí para 976. El teléfono del infierno. Película con la que se estrenaría en la dirección justo un año después de la que nos ocupa.