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La verdadera historia de la dama de las camelias (1981)

La verdadera historia de la dama de las camelias
110 min.
6,9
155
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Teaser (ITALIANO)
Sinopsis
Fue la cortesana de París más solicitada de su época. Pero aunque Marie Duplessis compartió sus favores con muchos nobles y adinerados parisinos, fue su relación con un joven modesto lo que le trajo la fama. Es la historia de Alphonsine, la prostituta parisina que inspiraría a Dumas hijo para crear una de las grandes obras de la literatura francesa y universal, "La dama de las camelias", un fresco de época a partir del retrato de esta infeliz cortesana a quien se atribuye una fuerza de convicciones y una ética personal exteriorizadas en una conducta socialmente reprochable. (FILMAFFINITY)

Género
Drama Prostitución Erótico Drama de época
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Italia Italia
Título original:
La storia vera della signora dalle camelie
Duración
110 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Coproducción Italia-Francia;
Grupos
Adaptaciones de Alejandro Dumas hijo
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Premios
1980: Premios David di Donatello: Mejor vestuario y mejor diseño de prod. 4 nominaciones
9
Bella siempre
Es increíble que tan cuidada adaptación de un libro tan famoso, con tan excelentes actuaciones, una extraordinaria recreación de época, con el acertadísimo acompañamiento musical de Morricone, las tonalidades casi siempre opacas que le dan el clima de tristeza implícita en la obra, aún en los momentos de mayor libertinaje, sea olvidada casi. Una bella y jovencísima Isabelle Hupper en un papel inolvidable, con los acompañamientos del siempre extraordinario Gian María Volonte, Bruno Ganz y también Fernando Rey exquisitos en sus papeles. Espero que alguien siga este consejo: una obra para volver a ver siempre.
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10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
La Traviata.
66/31(27/02/21) Sugerente, aunque más a menos este drama romántico de época (S.XIX) dirigido por el italiano Mauro Bolognini teniendo como protagonista absoluta a Isabelle Hupert. Cuenta la historia real de Alphonsine Plessis (1824-1847), una famosa cortesana en París, amante de varios hombres ricos y famosos, entre ellos Alexandre Dumas hijo, para quien fue la inspiración de su novela, “La Dame aux camélia” (1848), que adaptó en una obra que a su vez se convirtió en la inspiración para la ópera “La traviata” (1853) de Verdi y numerosas películas, incluida Camille (1936) con Greta Garbo, ello guionizado por Jean Aurenche (“El juez y el asesino”, y Vladimir Pozner (“Victoria amarga”). Es una cinta con una sibarita ambientación, desde sus escenarios (pueblos, viviendas, callejuelas, palacios, barrocos interiores, la ópera,…), el detallista vestuario del cinco veces nominado al Oscar, Piero Tosi (“El Gatopardo”), con una espléndida (y granulada) fotografía de Ennio Guarnieri (“Hermano Sol, Hermana Luna”), creando cuadros de una beldad pictórica fastuosa, y esto adornado por una notable música del maestro Ennio Morricone (con fragmentos de “La traviata” y otros evocadores temas clásicos), creando un halo melancólico constante. Ello punteado por excelentes actuaciones de secundarios, como un sensacional Gian Maria Volontè, un gran Bruno Ganz, un elegante Fernando Rey. Pero uno de los errores es la composición de Isabelle Hupert como la magnética meretriz de la sociedad clase parisina, no me creo que su carácter apático y su belleza normalita sean para todo hombre la perdición, todos dispuestos a darle lo que quiera con tal de que sea su compañía, igual es que en la cama es todo lujuria y libertinaje sexual, pero esto nos es hurtado y por tanto juzgo lo que veo y eso se me queda cojo, pues veo a una muchacha desprovista los encantos que le suponga ser deseable por todos y la envidia de todas, no le veo nada especial, y con ello la historia me queda con un lastre complicado de sobrellevar, me cuesta (siendo benévolo) que me emocione este pasivo y arbitrario rol. Tampoco la narración me resulta fluida, tiene muchos altibajos, muchas reiteraciones (te amo te dejo y vuelvo contigo y viceversa), demasiadas idas y venidas, con lo que el desarrollo se ve en muchas situaciones con vaivenes que solo son sobrellevados por la impresionante recreación visual y auditiva de este tiempo y lugar envuelto en una deprimente decadencia.

Alphonsine (Isabelle Hupert), se crio sin madre en la pobreza absoluta, se va sola a París y encuentra trabajo como costurera. Por la noche, la mayoría de las chicas con las que trabaja son prostitutas, pero una es asistente de guardarropa en la ópera y la lleva allí para ayudar. Ver a la alta sociedad en exhibición la llena del deseo de unirse a su mundo. Analfabeta, su único activo es su cuerpo, pronto se convierte en la amante de un joven noble. De él pasa a un viejo aristócrata adinerado y luego se fuga a Inglaterra con el Conde de Perregaux (Bruno Ganz), que se casa con ella allí. Aunque la convierte en condesa y le da gusto por el opio, descubre que el matrimonio no es para él y la deja libre para vivir su propia vida. Entre los muchos impresionados por su fama y encanto se encuentra un joven escritor Alexandre Dumas (Fabrizio Bentivoglio), hijo del ilustre escritor Alexandre Dumas padre (Mario Maranzana).

Lo más interesante para mí de su largo metraje de 3 horas (partidas en dos partes) es la relación malsana que tiene la protagonista con su padre, guadianesca por lo de que entra y sale y varias ocasiones, aunque en la según da parte está mucho más presente como especie de mayordomo en el lupanar que es la residencia de Alphonsine, una relación tóxica de interdependencia, él la cuida por lo crematístico, y ella se deja apoyar por la persona que la cuidó en su niñez, asociación cercana a lo incestuoso, con mucho de componente freudiano, y quizás con derivadas en como ella también se deja amar por tipos mayores a lo mejor buscando una figura paterna que sustituya a su padre; Está la relación También guadianesca de Alphonsine con Dumas hijo, una relación difusa, donde no se entiende el comportamiento de ella, de forma caótica lo ama y lo deja, lo ama y lo vuelve a dejar, lo quiere y lo abandona y otra vez. Esta forma de comportarse anárquica de ella hace que pierda conexión sentimental con lo que veo, tampoco entiendo como un tipo culto puede sentirse atraído por una mujer aburrida, que no parece tener atributos que la hagan especial; Si acaso me ha resultado solaz la relación paterno filial entre los dos Dumas, donde el padre (creador, entre otras, de la mítica novela “Los tres mosqueteros”, que escribe durante la relación del hijo con Alphonsine) tiene un gran cariño y comprensión con la juventud de su retoño, esto avalado por la estupenda interpretación de Mario Maranzano, aunque Fabrizio Bentivoglio resulta un tanto blandito; la relación de Alphonsine con otros hombres, resultan estereotipadas y sin chicha, aunque los partenaires actores dan buenas actuaciones.

Está la vertiente de la enfermedad de Alphonsine (tuberculosis), manejado de modo artero para in tentar emocionar con la fragilidad de salud en la endeble chica, cada cierto tiempo, a modo de aviso, la vemos toser, queriendo con esto hacérnosla ver como un ser trágico, pero como esto no está apoyado en una personalidad atractiva me queda manipulador; Otro elemento metido con calzador es las deudas de Alphonsine, que aparecen de la nada cuando el padre avisa en el pueblo que descansa de que los acreedores la acucian, y no sabemos de dónde viene estos problemas económicos, pues suponíamos que sus amantes la hacían vivir sin estrecheces monetarias.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
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