He matado a un hombre (1964)

Melodrama clásico, con una estética que recordaba la de los años de oro del cine mexicano, aunque sin el presupuesto de aquel tiempo, cuenta la historia de un mujer que es seducida y estafada por un hombre al que ella termina matando.
Lo mejor de la propuesta es la descripción de esta mujer, que si bien es un heroína, hace cosas de lo más reprobables, como casarse por dinero con un hombre mayor, abandonarlo, juntarse con otros, poner al tipo por encima de sus hijas, internando a éstas porque a él le desgradaba su presencia, y al final matándolo más por orgullo herido, que por otra cosa, porque para mí queda claro que aunque diga que la gota que derramó el vaso fue como se comportó con sus hijas, en realidad lo hizo al descubrir que el tipo le era infiel.
La descripción de los personajes femeninos también forma parte de su mayor logro, todas las seducidas por el villano, a pesar de saber como este se las gastaba con ellas, lo defendían y preferían culpar a las otras mujeres.
El mayor fallo, tal vez sea la forma en la que plantean al antagonista, el personaje de Guillermo Murray es el cliché del sinvergüenza, vividor, machista, miserable, también la dirección y los diálogos son bastante acartonados, y teatrales.
Maricruz Olivier está muy bien, uno de sus mejores personajes, en general la actriz tuvo roles por debajo de su talento, pero en este caso fue uno de los pocos donde puede lucirse y mostrar la clase de interprete que era.