Los bañistas (2014)

En el marco de una huelga estudiantil apostada en las calles bajo el edifico donde viven, Flavia, una chica engreída y su solitario vecino del departamento de enfrente, Martín, un hombre adulto que ha tenido que cerrar su negocio, habrán de encontrarse y aprender a convivir y ayudarse mutuamente.

Con un sólido guión escrito a cuatro manos junto a su protagonista, la actriz Sofía Espinosa, aquí en su proyecto previo a la posible masividad que le traerá el inminente estreno de la biopic de Gloria Trevi, y con una producción austera, Zunino plantea su relato en base a planos fijos, donde la acción sucede dentro del plano a un ritmo pausado, tomándose el tiempo necesario para desarrollar a sus personajes.

Un relato cimentado por las sólidas actuaciones tanto de Espinosa como de Juan Carlos Colombo y Harold Torres como uno de los estudiantes aplazados, la naturalidad de sus interpretaciones y de sus diálogos colaboran a llevar adelante la historia fortaleciendo el verosímil a la hora de justificar el título del filme, además del solvente trabajo de Dariela Ludlow en la fotografía.

Flavia y Martín deberán recorrer un camino complicado que los llevará, forzados por las circunstancias de un entorno caótico y en crisis que parece devorarlos, a apoyarse mutuamente, Flavia deberá quedarse prácticamente en la calle y ahí aprender a ver a los otros con una mirada diferente, sumándose a la causa y siendo solidaria a base de los golpes que la vida le da.

Un filme pequeño que se aleja de clichés, golpes bajos y no alecciona ni juzga, sino que sutilmente muestra como algunos seres buscan sobrevivir en medio del desencanto.

Sin pretensiones, pero honesta como pocas. Una película para disfrutar poco a poco, sin distracciones. Prohibido visionarla mientras miras el móvil. Te perderás los mil y un detalles que, al no ir acompañados de esos inteligentes movimientos de música espectacular a los que Hollywood nos tiene acostumbrados, pasan desapercibidos. Saborea la interpretación de los protagonistas, sobre todo de ella, y si eres de esos, reflexiona, porque hay para reflexionar. ¡Que la disfrutes!