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El cartero de las noches blancas (2014)

El cartero de las noches blancas
100 min.
6,5
685
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Sinopsis
Los habitantes del lago Kenozero viven del mismo modo que, durante siglos, vivieron sus antepasados. En esa pequeña comunidad, donde todos se conocen. sólo se produce lo necesario para la supervivencia. Sólo se comunican con el exterior gracias a la lancha del cartero, pero cuando alguien roba el motor de la embarcación y, además, la mujer que ama se escapa a la ciudad, el cartero emprenderá un viaje de autodescubrimiento que le ayudará a comprender que no hay nada mejor que el hogar. (FILMAFFINITY)
Género
Drama
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Rusia Rusia
Título original:
Belye nochi pochtalona Alekseya Tryapitsyna (The Postman's White Nights)
Duración
100 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
2014: Festival de Venecia: León de Plata - Mejor director
6
El correo del zar
Lyokha trabaja como cartero en una pequeña localidad a orillas del lago Kenozero. Vive solo, apenas tiene cosas que hacer fuera de su rutina y las únicas personas con las que mantiene una relación social más o menos estable son Irina y su hijo Timur. Así es El cartero de las noches blancas, una película que como primera instancia parece querer analizar la soledad del individuo, pero que acaba yendo un paso más allá y plantea cómo esta soledad se acaba tornando en indefensión ante otros colectivos más poderosos, como el propio estamento político-burocrático o la mera unión de varios vecinos con actitudes cercanas a la delincuencia.

Andrei Konchalovsky es quien se sitúa tras las cámaras para dirigir esta pausada pero atractiva historia. Un hombre que ya arrastra una gran carrera en la cinematografía rusa desde los tiempos de la Unión Soviética, carrera en la que no sólo destacan sus proyectos tras las cámaras, sino también su tarea de co-guionista en Andrei Rublev, una de las obras más aplaudidas de Tarkovsky. También rodó varias películas en Estados Unidos. Su ritmo de producción, empero, ha cesado considerablemente en lo que llevamos de siglo. Además, alguno de sus últimos trabajos como El Cascanueces 3D recabaron bastantes varapalos en la esfera crítica internacional, por lo que El cartero de las noches blancas también puede adquirir un cierto aire de reivindicación personal.

Visualmente, no sería nada descabellado situar esta obra en la línea de Zvyagintsev, por citar uno de los autores rusos más conocidos en el panorama actual, aunque la crítica social permanece bastante más oculta que la del director de El regreso o Leviatán. Pero a la hora de retratar esos parajes de la Rusia más alejada de las grandes urbes, el estilo de Konchalovsky es bastante similar al del anteriormente mencionado. Y es que en El cartero de las noches blancas, el veterano cineasta opta por un ritmo contemplativo, en el que no parecen suceder grandes cosas en un sentido explícito, pero que sutilmente va desgranando una interesante historia. Este trabajo no habría resultado tan grato en el aspecto visual de no ser por la excelente fotografía a cargo de Aleksandr Simonov.

Así, el visionado de El cartero de las noches blancas se convierte en un ejercicio interesante no sólo para la vista, sino también para comprender algo mejor el carácter de la Rusia más profunda, gente que se crió al calor de la URSS y que hoy en día parecen seguir buscando su lugar en un entorno teóricamente libre. No hay mejor ejemplo para ello que el del cartero protagonista, tan enfrascado en su rutina diaria que malgasta su tiempo libre frente a un televisor que sólo le ofrece basura en lugar de abrirse un poco más al mundo que se levanta a su alrededor. Llama la atención lo poco que Konchalovsky nos sitúa en perspectiva respecto a esta figura protagonista, ya que por lo visto en pantalla su pasado no debió ser nada gratificante. Pero el director prefiere huir de estas convenciones cinematográficas y centra sus esfuerzos en desarrollar lo que quiere contar sin interrupciones de ninguna clase.

Sin embargo, al final El cartero de las noches blancas deja un poso bastante menor del que en un principio prometía. La trama da la sensación de no llegar a explotar en ningún momento, abusando de ese ritmo contemplativo que mencionábamos con anterioridad. Todo queda supeditado en exceso a lo visual, hay escenas en las que Konchalovsky parece preferir un plano que deleite la vista más que contribuya a tejer el argumento de la cinta. Aun así, es difícil no acabar la película con sensaciones positivas, puesto que realmente la cinta rusa desprende un excelente olor a buen cine durante gran parte de sus minutos, por mucho que al final el conjunto no termine de cuajar.


Álvaro Casanova - @Alvcasanova
Crítica para www.cinemaldito.com (@CineMaldito)
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13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Condenados en una comunidad rusa
El veterano realizador Andrei Konchalovsky tiene a sus espaldas fims notables como "Tío Vania" o "Siberiada", además de hacer carrera en Estados Unidos con títulos conocidos como "El tren del infierno" y "Tango y Cash". Fue premiado como mejor director en la Mostra de Venecia del pasado año por el estreno que nos ocupa, un festival donde su película "La casa de los engaños" obtuvo el gran premio del jurado. En "The postman's white nights", la trama es simple. En una comunidad del lago Kenozero al norte al Rusia viven con lo mínimo. Solamente se comunican con el exterior gracias a la lancha del cartero, pero cuando alguien roba el motor de la barca y la mujer a la que amada se escapa a la ciudad, el cartero emprende una búsqueda de sí mismo. El filme está realizado con calma y poderío visual, tiene apuntes de humor, es un trabajo que combina las imágenes que dan un carácter etnográfico de la vida de las personas reales y la crisis del protagonista, que descubre la importancia de tener un hogar aunque eso signifique no vivir en la ciudad más cerca de su hermana y quedarse en una comunidad aislada. Además, queda la constancia de un paisaje en relación con unos personajes aislados que parecen condenados ante la sobreexplotación humana, al igual lo está el interior del cartero. Hacia el final, el lanzamiento de un cohete espacial cerca de la zona nos hace pensar en que la comunidad es inmune a los avances de la humanidad, así como que mientras los habitantes apenas tienen lo mínimo para vivir, se invierte mucho dinero en el ámbito espacial. Estamos ante la mejor propuesta de cine de autor de la semana que gustará a los cinéfilos de paladar intelectual.

Valoración: 8
Lo mejor: descubrir el estado de los personajes más allá de la realidad en que se basa el film, lo hipnótico de sus imágenes de la naturaleza.
Lo peor: que no encuentre un público amplio aparte del que busque films menos comerciales.

http://josh-cine.blogspot.com.es/
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6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
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