Freak Orlando (1981)

Teníamos el tiempo justo para visitar una última exposición del museo CaixaForum de Barcelona antes de continuar nuestro viaje. Dicha exposición era 'Art, dos punts'. Arte moderno, contemporáneo y extravagante con las mayores idas de tarro, pero con cosas interesantes en busca de un hueco en tus pensamientos para tu libre interpretación.

Dos jóvenes paseando por allí entre vídeos de experimentos extraños, maniquíes y vaginas gigantes, encontraron una bonita y pesada cortina que escondía algo tras ella. Un proyección con una mujer maniatada con ropa de cuero. ¡Qué te va la apuesta a que es porno duro! Así empezó la gracia que nos hizo sentarnos sin saber de qué se trataba aquello. Enanos disfrazados de dálmatas, soldados en bolsas de basura, frailes con pollos con cabezas de niños, torturas, circos, diferentes idiomas... Porno no era, pero duro... Era demasiado duro.

Nuestro entusiasmo por descubrir de qué iba todo aquello aumentaba junto a las ganas de salir de aquella horrenda proyección. Un amor-odio cargado de sorpresas cada vez mayores hasta que pudimos sacar significado a algunas imágenes. Lo que está claro es que corrimos a llamar al resto de la pandilla para que se sentaran con nosotros.

Entre risas y divagaciones (en ocasiones incluso mayores que las del guión) nos adentramos en reflexiones sobre ella, sobre su relación con la historia del hombre y la sociedad ante los 'freaks' los raros, los que no son demasiado habituales, o simplemente los comportamientos generales de las sociedades a lo largo de la historia.

Cuando leímos la descripción de la obra, nos sorprendió haber comprendido cosas que querían ser relatadas donde parecía que nada tenía conexión. Aunque fuimos incapaces de aguantar la proyección completa (tampoco hay mucho tiempo para cosas así cuando estás de turismo), no podía dejar pasar la oportunidad de contar nuestra interesante experiencia. Un viaje por lo desconocido, que nos llevó a algún lado lenta y costosamente, entre risas y muecas bastante descriptivas.