La maldición del edificio Beacon (2009)

Escrita y dirigida por Michael Stokes, el tipo responsable de "Exit Speed 2008", una delirante serie B de acción con Lea Thompson y Fred Ward, que sin ser ni mucho menos una buena película, tenía ese toque que se tiene o no se tiene, y que hace del más delirante argumento algo entretenido y disfrutable por el degustador de este tipo de películas.

Pues bien, el tal Michael Stokes aquí confirma que tiene ese toque; estamos ante una película de terror con casas encantadas que esconden un tenebroso pasado, y sus correspondientes apariciones fantasmales, casa a la que van a parar un matrimonio que perdió al hijo en un desgraciado accidente (el cuerpo no apareció), a los cuales acompaña la hermana de la esposa; cuya mayor virtud para lo entretenida y divertida que resulta, es la absoluta falta de pretensiones con la que está rodada, recordando a las tv movies de los 70 y principios de los 80 (época dorada de las producciones televisivas de terror que pudimos disfrutar en los albores del VCR), primero en el modo como va avanzando la acción, luego en la descripción y modo de comportarse de los personajes que van apareciendo en torno a ese "edificio Beacon" (tanto los que lucen con forma humana como los fantasmas), y finalmente, en la divertida y siempre resultona e inquietante explicación del mal que alberga ese edificio, y la kermesse de tétricos y terroríficos fantasmas con la que se nos obsequia en ese final aderezado con buenos toques de humor negro.

Teri Polo y David Rees Snell (el Ronnie del equipo de Vic Mackey en la trepidante "The Shield), realizan un buen trabajo completamente acorde con la enjundia de la producción, las guapas Kelli Dawn Hancock como una agente de policía negra, Marnette Patterson como la hermana de nuestra protagonista, y Elaine Hendrix como la vecina entrometida y sexy, da gusto verlas, y para acabar el siempre agradable de encontrar, Michael Ironside, aportando esa carga mitómana que tan bien sientan a estas producciones.

En definitiva, plenamente disfrutable y bastante entretenida si tienes claro todo lo anteriormente apuntado, en caso contrario, pues nada, "leña al mono que es de goma".

Me apasionan las películas de terror, al igual que detesto las que son malas. Esta película es patética, malísima, el guión tiene muy buena pinta hasta que llega a la mitad de la película cuando se topa con actores malos y poco creíbles. No está para nada bien enlazada y tiende a ser bastante monótona. La única excepción es la buenísima interpretación de la protagonista.