Bravo Two Zero (TV) (1999)

La intentona por hacer que "Bravo two zero" resulte tan creible como cruda, se torna fallida durante algunos tramos del film que pecan de inverosímiles y nunca llegan a cuadrar con lo visto anteriormente.

Eso sí, posee secuencias que sorprenden por su forma directa y clara en el momento de ser presentadas y desarrolladas, así como la relación entre los diversos personajes que, pese a no estar muy trabajada por el poco espacio otorgado a ello y lo que se debe abarcar, sí que da algo de fuerza al conjunto.

Sorprende, ante todo, ver a un eterno secundario como Sean Bean, siempre cerca de las producciones estadounidenses participando aquí, y no sólo ello, sino también logrando una caracterización bastante trabajada sobre un personaje que parecía no podría dar para tanto, pero al cual el actor saca el mayor jugo posible.

Lo mejor, de todos modos, llega gracias a ese brillante tramo final, donde se observa con claridad el intento de diversos soldados por aguantar las acometidas tanto psicológicas como físicas sufridas tras llegar a un determinado punto, y se podría afirmar con total rotundidad que Clegg, compone en apenas media hora una aterradora visión sobre lo que es el cautiverio (maltrato incluido), que superaría holgadamente la pretenciosa y multipremiada aportación de Winterbottom en "Camino a Guantánamo", aunque en ella se cuente el cautiverio de los presos islamistas y aquí el de unos soldados británicos.

Completada por una banda sonora bien encajada y un retrato, cuanto menos, fiel de esos soldados del regimiento SAS, "Bravo two zero" supone un interesantísimo ejercicio cuyas pretensiones en ningún momento se disparan, y esa es quizá una de sus mejores bazas, sin lugar a dudas.

Desde la afición a la militaria británica y la admiración por los hombres del Special Air Service rompo una lanza en favor de este modesto film que trató de homenajear a aquellos hombres que en 1991 llevaron a cabo una gesta personal evitando que la guerra se extendiera más allá de las fronteras iraquíes.

La representación de los uniformes, el armamento y las tácticas son sumamente reales para el bajo presupuesto del que disponían. Hacen que puedas imaginar fácilmente el entorno y las condiciones en las que operaban estos valerosos hombres.

Evidentemente la película no deja de ser una interpretación parcial, tanto en términos ideológicos como sobre los mismos hechos, de la crónica que hizo de ello el propio Sargento Andy McNab, líder de la unidad Bravo two Zero.

En resumen es una película imprescindible para los apasionados del mundillo pero que puede dejar frío a un público no iniciado.

PD: Un gesto de agradecer a "film afinity" por incluirla en su colosal listado.