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Breve encuentro (1945)

Breve encuentro
85 min.
8,0
13.165
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Sinopsis
Laura Jesson es un ama de casa algo aburrida de la rutina que vive con su marido y familia. Una vez a la semana, suele ir a la ciudad de compras. En uno de esos viajes rutinarios, Laura coincide con el Dr. Alec Harvey en la sala de espera de la estación de ferrocarril. Ambos son de mediana edad, casados y tienen dos hijos cada uno. Comienzan a hablar, y tras disfrutar cada uno de la compañía del otro, ambos continúan reuniéndose semanalmente para tomar café en la sala de espera de la estación mientras esperan sus respectivos trenes de regreso a casa. Pero pronto ambos se dan cuenta de que su relación inocente y casual se está convertiendo en un amor tan intenso como prohibido. (FILMAFFINITY)
Género
Romance Drama Drama romántico Melodrama Trenes / Metros
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Reino Unido Reino Unido
Título original:
Brief Encounter
Duración
85 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Grupos
Adaptaciones de Noël Coward
Links
Premios
1946: 3 nominaciones al Oscar: Mejor director, actriz (Celia Johnson) y guión
1946: Festival de Cannes: Gran Premio del Festival (Ex-aequo), FIPRESCI
1946: Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor actriz (Celia Johnson)
9
Relato intimista de un gran amor sacrificado en aras de las rígidas convenciones sociales del momento
Quinta película de David Lean. Adapta al cine la pieza de teatro en un acto "Still Life" (1936), de Noel Coward. Se rodó en Carnforth (Lancashire) y en estudio, con un presupuesto ajustado, propio de tiempos de guerra. Ganó la Palma de oro de Cannes y obtuvo 3 nominaciones a los Oscar (director, actriz y guión adaptado). Se estrenó el 26-XI-1945.

La acción principal tiene lugar en el bar de la estación ficticia de Milford Junction en 1944/45, a lo largo de unos 8 meses. Narrada en flashback por la protagonista, rememora una historia de amor entre una mujer y un hombre casados. Ella es Laura (Celia Johnson), de unos 35 años, casada con un maestro rural, Fred Jesson (Cyril Raymond), madre de una hija encantadora, que tiene por costumbre visitar la ciudad todos los jueves para realizar compras e ir al cine. Él es Alec Harvey (Trevor Howard), de unos 40 años, médico internista, que los jueves acude a un Hospital próximo. Se conocen accidentalmente, comparten en varias ocasiones una taza de té en el bar de la estación y, sin darse cuenta, se enamoran. A partir de entonces, furtivamente, pasan más tiempo juntos, mientras emergen los problemas y la relación se ve perturbada.

La película explora las dificultades de una relación amorosa extramatrimonial en el RU en los años 40. La fuerza del amor que se profesan entra en conflicto con sentimientos de culpa y la toma de conciencia de los problemas sociales que deberían afrontar en el marco de una sociedad puritana que condena el divorcio. La tensión que se produce en el ánimo de Laura convierte en turbadora y dolorosa una experiencia llamada a generar felicidad. Los encuentros fortuitos con amigas, en la ciudad y en la estación, crean en ella un estado de inquietud insoportable. La película se sitúa en un momento en el que la mujer británica había alcanzado niveles insospechados de independencia a raíz de su participación activa en el esfuerzo de guerra, de ahí la oportunidad del tema. Son escenas destacadas la de Laura deambulando sin rumbo por la ciudad, la interrupción de la despedida final y la salida de Laura al andén con propósitos suicidas.

La música está tomada del Concierto nº 2 de Rachmaninoff, de ricos matices románticos. Billy Wilder hace uso de un fragmento del mismo en "La tentación vive arriba" (1955). La fotografía, de Robert Krasker ("El tercer hombre", 1949), crea composiciones de extraordinaria belleza plástica, que incluyen ambientes desolados, fríos e inquietantes. El guión construye una trama sencilla, llena de matices, sugerencias y sutilezas. La interpretación de Johnson y Howard es de gran nivel. La dirección crea una obra que hace de la sencillez fuente de belleza narrativa. Confiere fuerza simbólica a los trenes a gran velocidad, relojes, reclamación de las llaves, contacto de la mano de Alec con el hombro de Laura.

La película es una de las más eminentes aportaciones del cine británico. Imprescindible.
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154 de 187 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Extraños en el andén
Una arenilla en un ojo, un cruce de miradas y el Piano Concerto nº2 de Rachmaninoff. Así empieza una de las historias de amor más bellas del cine: Breve encuentro. Un hombre y una mujer, ambos de edad madura, casados y con hijos, se conocen fortuitamente en una estación de tren. La relación entre ambos empieza como una amistad; pero muy pronto desemboca en una romántica historia de amor, intensa pero prohibida, que les saca de su rutinaria existencia. El dilema está claro, aunque la decisión no es fácil: seguir juntos y romper sus respectivos matrimonios... o dejar de verse para siempre.
Breve encuentro está basada en una pieza teatral de un solo acto, Still Life. Verdaderamente revelador. El guión, escrito por el dramaturgo inglés Noel Coward, cuya maestría a la hora de retratar con sutileza la vida cotidiana de la sociedad británica dio maravillas como La vida manda o este encuentro, breve como la vida misma. Un pequeño clásico, de esos pocos conocidos pero que emocionan hasta los corazones más duros. Una historia de amor no sólo sobre historias imposibles, la infidelidad, sino también sobre la importancia de pensar en los demás antes que en uno mismo.
Celia Johnson y Trevor Howard no son actores. Son los desconocidos en el andén, que mientras hablan sobre medicina o carbonilla se lo dicen todo sin palabras. Mención especial para los secundarios de la cafetería de la estación, tan anónimos, y tan reales. La historia de amor se desenvuelve de forma tan natural que la infidelidad se presenta como algo casi razonable, inevitable; y a pesar de todo los protagonistas nos hacen ver que el hombre se rige por los principios morales que él mismo se ha impuesto, y que en el amor todo vale, pero en la vida real no. Diálogos para la eternidad y ese final, tan melancólico, tan despiadado, tan real y a la vez, tan poco convencional.
Una estación de ferrocarril, dos adultos que ya no esperan ningún tipo de aventura existencial y la posibilidad de coger, por última vez, un tren que les dé un nuevo rumbo a sus vidas. Pero el miedo, la fragilidad y el desamparo son obstáculos imposibles de sortear. En esta obra de arte, intimista y triste, tan imitada como inimitable, David Lean supo dar lo mejor de sí mismo antes de lanzarse a aventuras más ambiciosas, aunque nunca de una intensidad semejante, quizás porque allá donde en sus grandes producciones los rostros de los actores se perdían entre multitudes y escenarios de ensueño, en Breve encuentro a la cámara le bastaron los pequeños detalles para que lo real fuese más real.
"Perdóname por haberte conocido, por amarte...". Qué más decir de una de las películas más bellas, románticas y tristes jamás realizadas. Amarga. Intensa. Hermosísima. De la sencillez de un breve momento... Los años pasan, pero todavía seguimos conteniendo la respiración ante tal torrente de emociones. Nunca hemos disfrutando tanto gastando pañuelo tras pañuelo. Personajes, fondo, vivencias, porqués, explicaciones... Vida en estado puro.
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121 de 136 usuarios han encontrado esta crítica útil
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