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Bajo los techos de París (1930)

Bajo los techos de París
96 min.
6,9
737
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Escena (Español)
Sinopsis
En los años 30, bajo los tejados del París, en las buhardillas, viven los bohemios, los pobres, los artistas y los extranjeros. Entre ellos está Albert, un cantante callejero que se ha enamorado de Pola, una inmigrante polaca a la que también persigue Fred, jefe de una banda de gángsters. Albert y Pola viven juntos hasta que a Albert lo encarcelan por un robo que no ha cometido. Louis, su mejor amigo, se hará cargo entonces de la chica. (FILMAFFINITY)
Género
Comedia Drama Musical Romance Realismo poético francés
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Francia Francia
Título original:
Sous les toits de Paris
Duración
96 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
1931: National Board of Review (NBR): Top 5 películas extranjeras
8
Delicioso relato de la lucha de tres jóvenes enamorados deseosos de conquistar el corazón de una bella muchacha
Primer film sonoro francés, escrito y dirigido por René Clair ("Me casé con una bruja", 1942). Se rodó en los estudios Epinay, donde Lazare Meerson construyó una calle de un barrio modesto de París, lleno de detalles y pintoresquismo. Producido por la compañía Films Sonores Tobis, se estrenó el 2-I-1930.

La acción tiene lugar en París en 1929, a lo largo de unas tres semanas. Narra la historia de Albert (Albert Préjean), un cantante callejero, acompañado de un acordeonista ciego, que renúne a grupos de espectadores a los que invita a cantar con él. Una banda de carteristas y ladrones, liderda por Fred (Gaston Modot) aprovehca las distracciones de los espectadores/cantantes para sustraerles monederos, carteras, dinero y objetos de valor. Albert evita que Pola (Pola Illéry), una joven inmigrante polaca o rumana, sea víctima de un robo. De ella se enamoran casi simultaneamente Albert, el bravucón Fred y el mejor amigo de Albert, Louis (Edmond T. Gréville).

La película construye un relato lleno de encanto y sutilezas sobre la lucha de tres pretendientes deseosos de conquistar el corazón de Pola. El film se desarrolla a partir de una potente narración visual, con encuadres de gran precisión, "travellings" espectaculares, "gags" propios de cine mudo, gestos de sorprendente eficacia narrativa, tomas oblícuas, conversaciones que no se oyen (tras una cristalera, ahogadas por la música o dichas en secreto), pero se entienden, abundante presencia de personajes pintorescos, como el músico ciego, el carterista, el barman, el borracho, el bravucón. El uso de la conversación se administra con moderación, en beneficio de una brillante expresión visual. La música, abundante e intensa, acompaña a la acción y la apoya como elemento expresivo complementario. Son escenas destacadas la de la pelea nocturna antes y después del disparo a la farola, la noche que comparten Albert y Pola en el suelo, separados por la cama que ambos rechazan, y el magnífico "travelling" inicial de aproximación desde los tejados hasta la imagen lateral de Pola.

La música, alegre, rítmica y pegadiza, se basa en una bonita partitura original. Su intensidad se adecúa a las necesidades variables del relato. La canción a coro "Bajo los techos de Paris" es cautivadora y deliciosa. La fotografía se erige en el elemento expresivo básico del film, gracias al uso de múltiples, variados e imaginativos recursos, que enriquecen la narración. El guión elabora una historia original, fresca, sencilla y llena de ternura. La interpretación de Pola y Albert es rica en matices, seductora y convincente. La dirección demuestra su espléndida y joven madurez (32 años) y su dominio del medio.

La película, pionera del cine sonoro europeo, es coetánea de la alemana "El ángel azul", la americana "Hampa dorada" y la "Edad de oro", de Buñuel. No es el mejor film del año, pero es uno de los mejores de René Clair. Imprescindible.
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28 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
BAJO LOS TECHOS DE PARÍS... ¿EL AMOR?
Deliciosa película de René Clair que no llega nunca a emocionar al espectador de nuestros días, pero que provoca nostalgia de libertades, sonrisas, un cierto calor de tiempos felices y el encanto de la inocencia. Fiel reflejo por tanto de las sensaciones parisinas, más que de la realidad del París de Picasso. La música acompaña dichas sensaciones durante toda la cinta y logra que deseemos escuchar el acordeón en nuestra próxima visita a Montmartre. Resulta mágico y encantador que el protagonista se dedique a cantar en una esquina haciendo que los viandantes hagan los coros. Maravillosa una sociedad que canta reunida.

La película se inicia con planos de los tejados parisinos para posteriormente ir bajando hacia la calle, acercándose a su vez cual voayeur al interior de los pisitos en un decorado que no desmerece al que armó Hitchcock en "La ventana indiscreta". Bajo los techos de París bien podrían estar bastante bajos, ya que los protagonistas se entrecruzan en un ambiente de bajos fondos, donde no faltan los robos, el carterismo, los cafés, los bares de vinos, las salas de baile, las bandas callejeras, navajas y pistolas, peleas, pisos de mala muerte y supervivientes callejeros. Y en ese decorado, tan urbano y alejado de la exaltación de la naturaleza de las películas de Renoir, constantemente el amor.

El amor es en toda la película un sentimiento ligero, parte de la alegría de vivir de los personajes, donde el compromiso y la pasión no tienen ninguna cabida, y donde Pola puede lanzarse a los brazos de tres amantes distintos en pocos días. El amor, pero también la amistad no menos exaltada en la película, son recursos que los protagonistas utilizan para eludir la soledad. ¿Es un amor verdadero? ¿Son felices estos parisinos? Sea como sea con películas como esta han conseguido que París sea llamada la ciudad del amor.

Por lo demás, es la prehistoria del cine sonoro, por lo que la utilización de los diálogos es absolutamente pobre, sin añadir casi nada a las imágenes, que son las que llevan el ritmo narrativo en todo momento. No obstante, entre lo mejor el uso del sonido de un tren en la escena más violenta e intensa del film. Merece la pena verla incluso sin ser cinéfilo.
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13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
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