El secreto de Marrowbone (2017)

Cada cierto tiempo nos encontramos con determinadas películas que, bien por la promoción que le hacen, o bien por confusiones alentadas por ejemplo por Filmaffinity y entornos similares, en las que en el género las califican como "Terror", nos quieren vender una moto, cuando realmente lo que nos dan es una bicicleta.
Me refiero a películas como "El bosque", de Night Shyamalan, "La bruja", y otras tantas que a mi querido lector se le vendrán a la cabeza, las cuales nos vendieron como películas de terror, de miedo, y de quitarnos el sueño por la noche, disparando nuestra adrenalina.
Bien, estas no son malas películas, pero dejen de engañarnos por favor, porque lo que consiguen es que los espectadores que acuden al cine buscando ese terror, ese miedo, se van a ir enfureciendo a medida que corre el metraje de la película, y la van a poner a parir. Van a salir del cine indignados, no porque la película sea mala, sino porque acaban de ver una película equivocada.
Dicho todo esto, creo que he dejado claro que no se trata de una película de terror. Hay suspense, secretos, una trama conseguida, elaborada, pero sobre todo, hay un misterioso drama familiar.
Y como misterioso drama familiar la cinta no está nada mal, se cuece a fuego lento, te llevas algún ligero susto, en contadísimas ocasiones, eso sí, pero al final nos encontramos con un rico plato que te sorprenderá al paladar.
En cuanto a las cuestiones técnicas, no está mal; tiene buena fotografía, escenarios muy atractivos, tanto en interiores (la mayoría) como unos bellos exteriores. La música es discreta, nada memorable, pero acompaña bien el plato. En cuanto a unos jovencísimos actores, no lo hacen nada mal, sin ser merecedores de ningún premio, están bastante correctos y resultan creíbles.
En resumidas cuentas, si vas buscando una película de terror y descargar adrenalina, no vayas al cine porque te vas a ir decepcionado. Si quieres ver un interesante y misterioso drama familiar, adelante. Pasen y vean.

A menudo, en las historias de fantasmas actuales se pasa por alto el elemento de metáfora que encierran, y se pasa directamente a los sustos y el misterio, siendo montañas rusas que acaban tan repentinamente como empiezan.
Pocas son las que logran quedarse algo más allá, porque para eso tendrían que construir personajes, ralentizando el ritmo de la acción, y eso no por dios, que podemos perder la (supuesta) limitada atención del espectador.

'El Secreto de Marrowbone', casi por accidente, logra apartarse un poco de esta norma, aunque solo sea porque cuenta con actores talentosos para defenderse.
No es fácil, porque desde el principio hace de la sorpresa su razón de ser: está enfocada a la sorpresa, todas sus escenas y personajes se dirigen a un final sorpresa, y no es difícil advertir un guionista/director ocultando información convenientemente para después usarla cuando toque revelar... la sorpresa, efectivamente.
Desde el principio, sabemos que la familia Marrowbone volviendo al hogar familiar oculta más de lo que se ve, y la muerte de su madre es solo el principio de un juego de espejos que busca impactar primero y contar después.

Pero, como decía, ocurre un agradecido "accidente": la vida en común de estos hermanos, esta familia que debe esconderse al mundo y aparentar una normalidad que nunca han tenido, se llena pronto de pequeños detalles que nos hacen apreciar sus dinámicas y empatizar con su causa.
Jack, Billy, Sam y Jane construyen un edén humilde bajo la excusa de que su madre está enferma, y logran retrasar la enésima firma de propiedad un día más, la penúltima pregunta sobre su situación un segundo más... solo porque en su momento se juraron que no iban a volver atrás, a ese pasado donde sólo les quedaba el abandono y la separación.
Su madre les hizo cruzar una línea imaginaria que podría haberse visto como un acto trivial, pero que encerraba la promesa de una nueva vida, no importa los sacrificios y ocultamientos que se tengan que llevar a cabo para mantenerla.

Aunque algo les aguarda en el ático, una oscura presencia del pasado que no descansa, e impide descansar a los habitantes de la casa: "vivimos en una tumba" menciona Billy, haciendo por primera vez patente la desesperada situación que en el fondo están atravesando.
Sin revelar mucho, es ingenioso que los jóvenes Marrowbone no puedan marcharse, y a la vez no puedan quedarse porque el espejo agrietado de la escalera agita recuerdos turbios, pesadillas muy reales que alguna vez pasaron y de las que todavía no se han librado.
La insistencia de un joven banquero por desentrañar el secreto de la casa completa el círculo de amenazas, y es puro talento actoral el que nos hace sufrir por los chicos, tan felices que parecen cuando se olvidan de la triste realidad que habitan.

Esta es una historia que habla de los que no se han ido: de los que brutalmente se enquistaron en el recuerdo, de los que dolorosamente lo acompañan y de los que como una grieta se quedan, desfigurando la transparente superficie de un bonito espejo.
Pero, contra todo eso, tampoco hay que olvidarse de que otros han permanecido, escribiendo una historia propia que puede sobreponerse a un triste recuerdo, no importa lo que se haya sufrido.

Los Marrowbone vinieron de un mal lugar para tener que quedarse en otro mal lugar.
Pero se tienen los unos a los otros para cruzar esa línea definitiva, la que ninguna madre puede ayudar a cruzar, que separa la tierna infancia del doloroso madurar.