Un bruto para Patricia (1960)

León Klimovsky representó muy bien la figura del artesano capaz de adentrarse en todos los terrenos cinematográficos y se movia con facilidad y soltura en cada género que abordaba. Con una filmografía muy irregular en la que se combinan películas sugestivas con películas sosas lo que simbolizaba este cineasta es lo que la industria española actual ya no permite que es eso la presencia del artesano y es que en el cine español actual impera una monotonía temática que hace echar de menos a cineastas como este. "Un bruto para Patricia" si es una de sus mejores obras y no resulta insípida del todo gracias a un tratamiento estético agradable y a un aire elegante en el diseño de los decorados y en el vestuario fino que lucen las dos actrices protagonistas. Susana Campos agrada en este papel para una comedia simpática y además se desenvolvió con la misma soltura en otros géneros como demuestran sus inolvidables creaciones en "Rueda de sospechosos" y "Crimen de doble filo". María Martín también resulta simpática en su papel pues poseia una personalidad encantadora. José Suárez que hasta entonces había brillado en cometidos preferentemente dramáticos brindó aquí una interpretación más relajada demostrando categoría como intérprete. Es una película que por su sencillez puede caer simpática si desde el primer momento se asume la falta de pretensiones y se valora la placidez del tono. Resulta deliciosa en varios momentos.